Por Redacción
Por Guillermo Malisani
(Especial de NA). - El complejo control cambiario aplicado por el
Gobierno y la solidez del comercio exterior permitieron al Banco
Central embolsar más de 8 mil millones de dólares en el año, pero
aún así las reservas registran una caída de 1.250 millones en este 2012.
En esta semana y por el pago del cupón del Boden 2015, los
fondos atesorados en la autoridad monetaria llegaron a perforar la
barrera de los 45 mil millones de dólares.
Sin embargo, la entidad recompró divisas y logró elevar las
reservas a 45.115 millones de dólares, contra los 46.365 millones
de fines de 2011.
En tanto, la mayor cantidad de dólares que circula en el
mercado cambiario posibilitó acercar las distancias entre el valor
"oficial" y el negociado en "cuevas" del microcentro y parte de
arbolitos.
El dólar oficial cotiza a 4,72 pesos para el tipo vendedor y el
denominado dólar "blue" opera por encima de los 6 pesos, con lo
que la brecha apenas supera el 30 por ciento.
Cuando se pagó el Boden 2012, el billete llegó a casi 7 pesos,
por lo que en dos meses cayó más del 10 por ciento y empieza a dar
muestras de equilibrio en torno a los 6 pesos.
En el mercado cambiario, estiman que de a poco el Gobierno
permitirá una suave suba del billete "oficial" para que se acerque
cada vez más al paralelo.
Para los operadores no hay dudas de que ante la evidencia, el
Gobierno optó por mini devaluaciones que tengan un impacto mayor
sobre los precios.
En la plaza cambiaria saben que el Gobierno cuenta con el
"poder de fuego" suficiente para seguir controlando el valor del
billete norteamericano.
El volumen de compras del Central demuestra que el "cepo"
cambiario que el Gobierno niega permanentemente tuvo un resultado
favorable: frenó bruscamente la salida de divisas y posibilitó
pagar deuda sin mayores contratiempos.
Pero, el Gobierno necesita dólares no sólo para pagar deuda,
sino también para hacer frente al pago de servicios que permitan
mantener el ritmo de la economía.
"El problema es que no hay dólares por el fracaso de la
política energética: las importaciones de energía son por 11 mil
millones de dólares y se habla de 14 mil millones de dólares para
el año que viene. Toda la restricción de los dólares sirve para
estas compras", analizó el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Sin embargo, más allá de los "beneficios" que le trajo al
Gobierno la restricción cambiaria, lo cierto es que provocó un
desgaste en el humor de la gente que quedó demostrado en los
últimos "cacerolazos" capitalinos.
Todo indica que resulta casi imposible modificar una histórica
conducta argentina: la de comprar dólares para reducir riesgos latentes.
Un sólo dato demuestra esa forma de pensar: en los últimos
cinco años, los argentinos vendieron 300 mil millones de pesos
para comprar dólares.
En la actualidad, los pesos que circulan en la plaza, que no
son dirigidos al consumo ni a la adquisición de dólares en el
mercado paralelo, no tienen un destino claro, ya que tampoco son
atractivas las colocaciones bancarias.
2013: un panorama más despejado.
Aunque aún quedan tres meses, todos los indicadores demuestran
que el año próximo será más tranquilo para el Gobierno, al menos
en cuanto a necesidad de contar con dólares.
La cosecha podría superar los 105 millones de toneladas y de
esa manera marcarían un nuevo récord y darían más oxígeno a las
cuentas públicas.
Según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF)
en la campaña 2012-13 las exportaciones de la soja alcanzarían los
25.569 millones de dólares, lo que representaría 6.800 millones
extras.
Además, los ruralistas mantienen sin liquidar una gran cantidad
de soja, aunque recién lo harán con la próxima campaña, con la
intención de conseguir un mejor precio, aunque los 570 dólares de
la actualidad no son para despreciar.
Para el 2013, los vencimientos bajarán considerablemente: sólo
se necesitarán contar con 4.550 millones de dólares, sin tener en
cuenta las obligaciones que están en manos de organismos oficiales.
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