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Suplemento Economía Domingo 17 de Noviembre de 2013

Se acelera la carrera entre el dólar y tasas de interés

Cae la demanda de pesos, ante ahorristas que prefieren dolarizarse, y entonces los bancos responden aumentando el "premio" por los plazos fijos. Para compensar, encarecen los costos de líneas de crédito, lo que hace que un particular pague casi 40% por un préstamo. Peligrosa espiral.

REDACCION

Por REDACCION

Fue un clásico de los '80: ante una caída en la demanda de pesos y, por consiguiente, una mayor presión sobre el dólar, se respondía con una suba de las tasas de interés. Si algo hacía que el billete verde tuviera un incremento adicional, entonces la tasa volvía a escalar, generando una peligrosa espiral.

Tres décadas después, las reminiscencias de aquella carrera del dólar versus tasas se hacen cada vez más fuertes. Para un Banco Central que ha mantenido una política de tipos de interés negativos -es decir un premio para los depósitos bancarios que no alcanzaba a cubrir la inflación-, el solo hecho de aumentar en un semestre seis puntos el "premio" de los plazos fijos es un indicador por demás elocuente de que está preocupando la escalada del blue.

Y, aunque muchos han objetado la eficacia de la tasa de interés para ponerle un tope al dólar paralelo, el Gobierno parece dispuesto a usar esta herramienta "ortodoxa", que conlleva un riesgo de enfriamiento de la economía.

El disparador de esta nueva actitud ha sido la acelerada caída de las reservas internacionales (ya se ubican por debajo de los U$S 33.000 millones), así como una creciente brecha entre el tipo de cambio oficial y el billete marginal, que se mueve en torno a los $10.

Esta mayor tasa que actualmente pagan los bancos no es gratis, ya que al ofrecer un mayor premio por el stock de dinero que reciben, también cobran un costo más elevado por el dinero que prestan, lo que puede afectar el nivel de consumo y de actividad.

En lo que se refiere a tipos de interés, el mercado toma como referencia la llamada tasa badlar, a partir de la cual -en general- suele escalonarse el resto. Es la que ofrecen las entidades para depósitos mayoristas a 30 días superiores al millón de pesos.

¿Qué ocurrió con este "termómetro" de referencia? Hoy día ya roza el 20% anual, cuando en marzo se ubicaba en poco más del 14%. En ese entonces, el blue cotizaba a $7,80. Los operadores de la city razonan que, en otro contexto, si esta tasa fuese lo suficientemente alta como para seducir a los ahorristas a que vuelquen su dinero a un plazo fijo, el blue podría encontrar un techo. Sin embargo, en este último tiempo la Badlar ha subido fuertemente y esto no ha impedido que el billete informal lo haga también.

"El impulsor más fuerte de la suba de las tasas es el Banco Central", afirma Luciano Cohan, economista jefe de la consultora Elypsis. Al igual que él, varios analistas señalan que el BCRA avanzó en esta línea para defender un poco más las colocaciones en moneda local frente al avance del blue, acompañado por una "dosis" menor en el ritmo de emisión. Esto, en un contexto de menor liquidez del sistema, ya que los depósitos están creciendo a un ritmo menor que los préstamos (34% vs. 40%).


COSTOS QUE PESAN

La evolución de la tasa Badlar no es un tema menor para el conjunto los analistas, por el impacto que la misma genera en el costo de financiamiento de particulares y empresas. De hecho, el incremento en más de cinco puntos porcentuales que ha tenido en apenas siete meses se ha ido trasladando a las distintas líneas de crédito. 

En efecto, hoy día las entidades llegan a cobrarles a los particulares entre un 36 y un 40% por adelantos en cuenta corriente, créditos personales y tarjetas de crédito.  A la menor liquidez del sistema (por depósitos que suben más que los préstamos) los bancos encontraron otro factor restrictivo: el tope impuesto por el Gobierno para incrementar el importe de las comisiones bancarias.

Estas dificultades, como era de prever, dieron lugar a un incremento en las distintas líneas de financiamiento.

"Las tasas de los préstamos tienen tendencia a la suba, porque las entidades compensan por esta vía sus mayores costos, al no poder aumentar las comisiones bancarias", señala Cohan.

La Badlar es la "materia prima de los bancos", señala el gerente de una entidad a este medio, al tiempo que agrega que cuanto más elevada, mayor será el interés que cobren las entidades por las distintas líneas de crédito que ofrecen. 


OBSTACULOS A LA VISTA

Uno de los obstáculos que hace que los ahorristas no vuelquen en forma masiva su dinero a los plazos fijos -pese al repunte de tasas- es la "tentación" que implica el volcarse al dólar blue, considerando que éste ya trepó un 45% en lo que va del año. Según fuentes del sector, la escalada del billete informal en el segmento paralelo (subió 4,4% en octubre) dio lugar a un freno en la suba de los depósitos.

De hecho, durante las tres primeras semanas de octubre los plazos fijos prácticamente se "plancharon".

En mayo pasado había ocurrido lo mismo, cuando el blue llegó a los $10,45. En ese entonces, buena parte de los ahorristas retiraron sus pesos de las cuentas bancarias para comprar dólares en el mercado marginal.


"BLUE VS. TASAS" 

La lógica indica que mientras más suba el blue, mayor es la tentación de particulares a dolarizarse, lo que significa un riesgo para los bancos en cuanto a la pérdida de colocaciones. En otras palabras, cuando el billete informal repunta serían muchas las personas que saldrían a comprar para no "quedarse afuera" de un eventual buen negocio.

En este contexto, la interpretación que hacen los economistas es que el foco oficial está puesto más que nada en hacer atractivos los plazos fijos, vía suba de los tipos de interés. "Con el repunte de la Badlar, se observa claramente que el objetivo oficial es que los pesos no se vayan al dólar informal", afirma Soledad Pérez Duhalde, analista de Abeceb. 

Sin embargo, algunos analistas -como Miguel Bein- dan cuenta de que se da el efecto contrario. Afirman que si el precio del blue llegase a bajar demasiado (por ejemplo hasta el hipotético caso de acercarse al oficial) la tentación de dolarizarse sería tan grande que los bancos tendrían que pagar tasas altísimas para retener sus colocaciones.

"Existe una relación no precisamente lineal entre el nivel de brecha cambiaria y tasa de interés, que hace que cuanto más bajo sea el gap, mayor deba ser la tasa ofrecida", afirma Bein. Dado el ritmo de devaluación actual del dólar oficial, en un caso hipotético de una "desaparición de la brecha, se requeriría de una tasa de interés muy alta e insostenible en el tiempo", concluye.

Si el criterio para evaluar cómo le fue al Gobierno en su estrategia es el precio del blue, está claro que los resultados han sido pobres. Pero si la intención era frenar un drenaje de pesos desde los depósitos bancarios hacia el mercado cambiario, entonces puede decirse que la suba de tasas ayudó a amortiguar la situación.

El denominador común entre los economistas es el escepticismo respecto de las posibilidades de controlar al dólar blue si el Gobierno insiste en utilizar solamente a la suba de la tasa de interés y la represión a los "arbolitos", en vez de enfocarse en las distorsiones de la economía.


(Fuente: Iprofesional.com)

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