Por REDACCION
En su reporte semanal, la consultora Economía & Regiones (E&R) disparó un análisis a partir de la siguiente pregunta: "Dólar: ¿puede haber cambios en la política económica durante la licencia de la Presidenta?" y para contextualizar el análisis asegura que "a
los economistas se nos pregunta por el potencial impacto de la salud
presidencial sobre la macroeconomía en general y el tipo de cambio en
particular".
En la actualidad el foco de atención se encuentra depositado en el
ritmo al cual el BCRA pierde reservas y en la política cambiaria. Ante
los problemas de salud de la presidenta, los agentes económicos ponen el
ojo en estas variables que justamente resultan ser muy sensibles a las
expectativas del público.
Sin embargo, el mercado deberá esperar, porque con CFK de licencia no
habrá decisiones económicas. En este sentido, mientras que la Presidenta no tenga el alta, las medidas que comentamos en los dos
semanarios anteriores (desdoblamiento tipo de cambio turístico, en
tarjetas y cupos en tarjetas) tienen baja probabilidad de ser adoptadas.
La salud de la Presidenta no debería impactar sobre el dólar
paralelo, ni sobre la brecha cambiaria. El tipo de cambio no responde a
la salud de la mandataria, sino a la salud de las políticas económicas.
De acuerdo tanto con la teoría y la evidencia empírica, la tendencia del
tipo del cambio va a responder principalmente a las políticas fiscales y
monetarias que se apliquen. También va a ser consecuencia de las
expectativas, la inflación y la tasa de interés.
Una política fiscal permanentemente expansiva y deficitaria, que se
financia sólo con emisión monetaria (expansiva), conlleva a una
depreciación del tipo de cambio nominal en el largo plazo.
Paralelamente, tanto la teoría como la evidencia empírica muestran que
políticas fiscales y monetarias expansivas se traducen en expectativas
de depreciación cambiaria. Más aún si hay tasas de interés real
negativas.
En pocas palabras, en Argentina el tipo de cambio nominal debería tener una tendencia claramente de depreciación en el mediano y largo plazo. Con un mercado cambiario oficial totalmente intervenido, esa tendencia de depreciación se manifiesta en el dólar paralelo, que en Argentina se mueve “de la mano” del tipo de cambio de cobertura (“dólar de convertibilidad”).
¿Cómo seguirá la política económica? De aquí a fin de año el BCRA va a
tener que emitir pesos para financiar al Tesoro; esta es la época del
año en la cual tiene que emitir más. La política oficial de
desendeudamiento proseguirá, cada vez habrá más pesos y menos dólares y
el tipo de cambio de cobertura se incrementará. Como resultado de la
política fiscal y monetaria expansivas, la inflación se aceleraría
suavemente y por ende las expectativas de devaluación e inflación
continuarían en alza. Al mismo tiempo, la política activa del BCRA
mantendría las tasas reales negativas. Todas las variables juegan en el
mismo sentido: que el dólar paralelo seguirá subiendo.
Dado que inexorablemente habrá que tomar decisiones de política
económica es necesario que la Presidenta se encuentre al frente de la
gestión para encarar la recta final de su mandato. Adecuar el
ritmo de crecimiento del gasto público a los ingresos, pagar deuda con
recursos genuinos, combatir con determinación la inflación y relajar
(paulatinamente) el cepo cambiario hacen a la salud de la macroeconomía.
Eso se conseguirá con la coordinación y el orden de las políticas
orientadas a corregir los desequilibrios actuales.
LA BASE MONETARIA
En el último mes, la emisión de base monetaria alcanzó un 26%
respecto al mismo mes del año pasado, lo que implicaría una expansión en
términos reales de sólo el 0,6% anual. Hace un año atrás la base
monetaria crecía a un ritmo interanual del 37% en términos nominales y
al 14% en términos reales.
El actual descenso del ritmo de expansión monetaria no constituiría
un viraje hacia una mayor prudencia monetaria. En palabras coloquiales,
la base monetaria crece menos pero no por una decisión del BCRA, sino
porque no hay dólares para comprar y emitir pesos a cambio.
Es más, en contra de la voluntad del Central, la pérdida de reservas
funciona como un mecanismo no deseado de absorción monetaria , por el
cual la autoridad monetaria no paga tasa de interés pero deja de ganar
utilidades por diferencia de cambio o tasa.
La actual expansión de la base monetaria es consecuencia
principalmente de la emisión para financiar al fisco, que se ha
convertido en el canal fundamental de inyección de liquidez. De hecho, puede observarse que en los últimos 30 días el BCRA
tuvo que emitir un poco más de $ 19.000 MM para financiar al Tesoro.
Dicha emisión fue compensada en parte por una venta de dólares por
-$ 7.500 MM y una colocación de títulos de -$ 3.500 MM, lo cual terminó
generando una expansión de base $ 8.000 MM. En resumen, hoy en día la
base se expande por el Tesoro y se contrae en mayor medida por la
pérdida de reservas y en menor proporción por la colocación de letras.
El actual descenso del ritmo de expansión monetaria no constituiría
un viraje hacia una mayor prudencia monetaria. En palabras coloquiales,
la base monetaria crece menos pero no por una decisión del BCRA, sino
porque no hay dólares para comprar y emitir pesos a cambio.
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