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Suplemento Economía Domingo 20 de Noviembre de 2016

¿Producir, usar y tirar? No, reducir, reusar y reciclar

El paradigma del actual modelo económico lineal podría estar llegando a su fin y su lugar será ocupado por la economía circular. El tema fue analizado en el marco del taller de Ambiente y Calidad de Vida dentro del Plan Estratégico.

Redacción

Por Redacción

Los últimos 150 años de evolución industrial han estado dominados por un modelo de producción y consumo lineal, según lo cual los bienes son producidos a partir de las materias primas, vendidos, utilizados y finalmente desechados como residuos -producir, usar y tirar-. Frente a la acentuada volatilidad actual en la economía global y el aumento de evidencias que apuntan a la creciente escasez y sobreexplotación de recursos, la necesidad de la búsqueda de un nuevo modelo económico se hace cada vez más evidente.

¿El paradigma del actual modelo económico lineal podría estar llegando a su fin y su lugar será ocupado por la economía circular? Es una pregunta que muchos ya la afirman y se encuentran trabajando para ello.

El sistema lineal de nuestra economía (extracción, fabricación, utilización y eliminación) ha alcanzado sus límites. Se empieza a vislumbrar, en efecto, el agotamiento de una serie de recursos naturales y de los combustibles fósiles. Por lo tanto, la Economía Circular propone un nuevo modelo de sociedad que utiliza y optimiza los stocks y los flujos de materiales, energía y residuos y su objetivo es la eficiencia del uso de los recursos.

Este debate tuvo lugar en el taller de Ambiente y Calidad de Vida dentro del Plan Estratégico Rafaela Productiva 2020. Un nuevo paradigma que despierta el interés en la ciudad y obliga a sus actores a tomar conciencia sobre este nuevo modelo que se impone ante la necesidad de seguir siendo sustentables en el tiempo.

La búsqueda de una mejora sustancial en el rendimiento de los recursos en la economía le impone a las empresas a explorar nuevas formas de reutilizar los productos o sus componentes y restaurar mejor sus materiales valiosos así como la energía y mano de obra. ¿Producir, usar y tirar? No, reducir, reusar y reciclar. Tomando como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza, la economía circular se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción de los elementos.

A diferencia del modelo económico vigente donde prima el aspecto económico por encima del social o medioambiental, la economía circular supone una mirada de largo plazo en el que el impacto sobre el ambiente es un factor a incorporar y supone una sustancial mejora común tanto para las empresas como para los consumidores.

Las empresas que han puesto en práctica este sistema están comprobando que reutilizar los recursos resulta mucho más rentable que crearlos desde cero. Sin embargo el desafío consiste en un cambio de paradigma a la hora del diseño y del uso de materiales que permitan los procesos de recupero o reutilización a bajo costo. Cuando esto se logra los precios de producción se reducen, de manera que el precio de venta también se ve rebajado, beneficiando así al consumidor; no sólo en lo económico, sino también en la vertiente social y medioambiental.

Por ejemplo, el costo de re-fabricación de teléfonos móviles podría reducirse en un 50% por aparato -si la industria fabricaba teléfonos que son fáciles de separar, mejoraba el ciclo inverso y ofrecía incentivos para devolver los aparatos telefónicos, o los costos de empaque, procesamiento y distribución de la cerveza pueden reducirse en un 20%- al cambiar a botellas de vidrio reutilizables. En la ciudad podríamos tomar como ejemplo de economía circular al Parque Tecnológico del Reciclado, un predio ubicado en el Complejo Ambiental Rafaela, destinado a la radicación de emprendimientos públicos, privados y mixtos relacionados con la transformación y producción de nuevos productos, a partir del uso de residuos y/o subproductos.

Contar hoy en Rafaela con el Instituto para el Desarrollo Sustentable es un avance en estos temas y nos permite trabajar en pensar en estas estrategias y otras, dentro del área del medioambiente y la sostenibilidad, promover la toma de conciencia de la comunidad hacia el cuidado de nuestro entorno, pero también materializar el acompañamiento de las instituciones públicas que incentiven acciones sustentables y ayuden a instalar esta clase de modelos. Con políticas de estado que perduren y sean constantes y previsoras y con el sector científico tecnológico que aporte conocimiento y apoyo técnico a las empresas para la implementación de nuevas tecnologías y procesos.


Fuentes consultadas: Fundación Ellen MacArthur, Fundación para la Economía Circular.

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