Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Suplemento Economía Domingo 2 de Mayo de 2021

Multiúnica causa de la inflación

En los últimos diez años, el país tuvo déficit fiscal, en promedio en todo ese período, lo recaudado por las arcas públicas, solo alcanzó para financiar el setenta por ciento de este, parte se financió tomando préstamos y otra parte monetizando el déficit, emitiendo.

Agrandar imagen FOTO INTERNET
FOTO INTERNET
Guillermo Briggiler

Por Guillermo Briggiler

Así como cuando tenemos fiebre sabemos que es un síntoma de que algo aqueja a nuestro organismo, cuando una economía tiene inflación, es el síntoma de que algo no anda bien en dicha economía. Si solo trato el síntoma, este desaparecerá momentáneamente, pero no se curará la enfermedad que lo causa.
La inflación de los últimos tres meses promedia más de un 4%, es decir, tuvimos en un mes la misma suba de precios que Brasil en todo el 2020. Si ampliamos el horizonte y miramos años para atrás, con distintos gobiernos, vemos que el síntoma inflacionario está siempre presente, con la excepción del período en que Argentina tuvo convertibilidad de su moneda, en la década de los noventa. Eso nos indica que desde el fin de ese período tenemos la misma enfermedad.
¿Qué era distinto en ese tiempo? Había una sencilla regla monetaria que le impedía al político de turno, emitir moneda, sin emisión no había inflación. Como no se podía emitir, estaba obligados a gastar como máximo lo que se recaudaba o a tomar deuda para financiar el déficit fiscal. La estabilidad de precios de ese período se debía a que no crecía la base monetaria, excepto si subía la producción de bienes, en ese caso, aumentaban los saldos exportables, subían las reservas de dólares del BCRA y se podían emitir pesos que tenían su contrapartida en bienes producidos, manteniendo la relación, cantidad de bienes y servicios de una economía, con la cantidad de moneda circulante.
Uno de los principales argumentos que se esgrimían para abandonar la convertibilidad fue precisamente el de no poder hacer política monetaria, es decir, la posibilidad realizar mayor gasto desde las cuentas públicas y financiarlo con emisión. Eso es monetizar el déficit fiscal, cobrando un impuesto oculto a toda la ciudadanía, que comúnmente llamamos inflación. Este dañino impuesto inflacionario, es pagado por toda la población, pero afecta más fuertemente a los sectores de menores ingresos, ya que al gastar la mayoría de sus recursos en gastos corrientes (alimento, vestimenta, etc.) no pueden protegerse de ésta. De esta manera, empoderás al gobernante para que gaste recursos que no tienen contrapartida en ingresos (impuestos), se financie emitiendo dinero espurio, y vía inflación le quite a la sociedad lo que supuestamente le dio, además de generar iniquidades en distintos sectores de la población.
En los últimos diez años, el país tuvo déficit fiscal, en promedio en todo ese período, lo recaudado por las arcas públicas, solo alcanzó para financiar el setenta por ciento de éste, parte se financió tomando préstamos y otra parte monetizando el déficit, emitiendo. Toda la década sufrimos inflación.
Durante el gobierno de Macri, se redujo la emisión, pero no se redujo el gasto, por lo que este debió financiarse con deuda. Como esto fue percibido por los agentes económicos y en especial luego de la derrota en las PASO, con la expectativa que se vuelva a emitir a destajo, aumentó la circulación del dinero. Los billetes pasaban de mano en mano con mayor velocidad, tratando cada individuo de proteger su riqueza comprando bienes y quien vendía no se quedaba con los pesos ociosos, sino que salía nuevamente a convertir los mismos en activos, físicos o financieros (dólares). Este aumento de velocidad de circulación del dinero, generó un efecto similar al de la emisión y se transformó en inflación, es decir, también la inflación aquí es un fenómeno monetario.
El PBI del último año cayó más de un diez por ciento, esto significa que la totalidad de bienes y servicios de la economía fue un diez por ciento menor. Si la cantidad de dinero en circulación se hubiese mantenido, habríamos sufrido inflación, ya que el mercado puja por menos bienes con igual cantidad de dinero, generando un nuevo precio de equilibrio para cada uno, ya que las variables que influyen en cada mercado son precio y cantidad. Dado que la cantidad de dinero se incrementó, la suba el índice de precios es todavía mayor.
Las palabras tienen un poder inmenso y solas pueden aclarar muchos conceptos, observen el origen de la palabra inflación, el cual proviene de “inflar” la cantidad de dinero de manera artificial.
¿La inflación es siempre mala para la economía? ¿Podemos hacer buenos negocios con inflación? Esto lo dejamos para otro análisis. Pero, la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario.

#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso