Por Guillermo Briggiller
La economía está mejorando, aunque no todos los sectores avanzan al mismo ritmo y la situación para muchos dista de ser la ideal, se puede decir que estamos yendo en la dirección correcta. El proceso de "blanqueo", es decir, declarar dinero que antes estaba oculto, no va a llenar las reservas de dólares, pero va a aumentar la cantidad de billetes estadounidenses disponibles en el sistema financiero. Esto ayudará a que haya más negocios genuinos en el mercado. Cuando entra dinero real, crece la cantidad de personas que pueden pagar impuestos, y por las características de este blanqueo, se reactivaran sectores como la construcción, y habrá más interés en los bonos del Estado. Tengan presente que ese dinero que antes no existía para la economía, que no estaba registrado, pasa a la economía formal y de esa manera motoriza distintas actividades comenzando por el sistema financiero y desde ahí a la economía.
El riesgo de que las empresas privadas argentinas no puedan pagar sus deudas está bajando, incluso están obteniendo financiación en mercado del exterior a tasas razonables, esto hace que sus acciones suban, de ahí que vemos crecer el índice Merval. El ingreso de estos dólares por financiación empuja a la baja del dólar. Ahora solo falta que también baje el riesgo país, que es la probabilidad de que el gobierno argentino no pueda pagar su deuda y cuando esto ocurra estaremos asegurando que vamos por buen camino.
El dólar oficial mayorista sigue subiendo alrededor de un 2,2% por mes, pero los otros tipos de dólar, como el "contado con liquidación" (CCL) y el MEP, están bajando debido a ciertos movimientos del mercado. Por ejemplo, las empresas que importan están comprando dólares en el mercado oficial porque el gobierno redujo el Impuesto País y facilitó los pagos al extranjero, hay menos demanda en los paralelos, mientras que aumenta la oferta debido a que los exportadores, están vendiendo parte de sus dólares en el mercado local, lo que también baja el precio del CCL. Además, la gente que tiene dólares en el mercado negro los está vendiendo para cambiarlos por pesos y después comprarlos de nuevo a un precio más bajo en otro mercado. También, quienes se suman al blanqueo están entregando sus dólares para comprar propiedades. Esto hace que esos dólares se conviertan en pesos, generando más oferta de dólares en el mercado, lo que sigue bajando su precio.
El gobierno también ofrece facilidades de pago en impuestos (Bienes Personales), lo que hace que la gente gaste sus dólares atesorados, presionando aún más el precio hacia abajo. Encima, el Banco Central está vendiendo dólares para sacar pesos del mercado, habiendo vendido alrededor de 600 millones de dólares en los últimos dos meses. Todo esto nos lleva a pensar que, al menos hasta el 30 de septiembre, habrá más dólares disponibles que demanda para comprarlos, lo que podría seguir bajando su precio. También, muchas empresas están cambiando sus deudas de pesos a dólares, ya que la tasa es más conveniente y luego venden los dólares para usar ese dinero en el mercado local. Esto también baja el precio del dólar.
En las próximas semanas, podríamos empezar a ver la llegada de dólares del RIGI, el programa de incentivo a grandes inversores. Hay proyectos en marcha y es probable que pronto lleguen más fondos, si monitoreamos los depósitos en el sistema financiero, veremos si esto tiene éxito, deberíamos ver crecer los depósitos en dólares.
Con tantos dólares en circulación y un dólar mayorista que sube solo un 2,2% por mes, es más tentador pedir préstamos en dólares que en pesos. Si la inflación alcanza el 45% anual, como predicen, pedir préstamos en pesos resulta caro, mientras que los préstamos en dólares tienen una tasa de interés de 10 puntos menos.
Otro dato favorable es que en julio el índice Ripte, una de las mediciones oficiales para registrar la variación salarial, avanzó a un mayor ritmo que la inflación de ese mes. Según la Secretaría de Trabajo, los salarios lograron un crecimiento nominal de 6,6%, que se ubicó por encima del 4% del IPC de ese mes. Es el quinto mes consecutivo en que el Ripte avanza a mayor velocidad que los aumentos de precios.
No cabe duda de que las empresas argentinas están mejorando, lo que traerá más crédito, inversiones y empleo. Si esto sigue así, más rápido que una vuelta de nuestro piloto de Formula Uno, Franco Colapinto, debería bajar el riesgo país y consolidar definitivamente el crecimiento de nuestra economía.
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