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Suplemento Economía Domingo 1 de Junio de 2014

Más cerca de concluir el capítulo negro del default

Con entusiasmo celebró el Gobierno haber sellado el acuerdo con los acreedores del Club de París. Asegura que ahora podrían llegar inversiones. Sin embargo, los analistas son moderados. Porque aún resta la batalla en la Corte de Nueva York contra los fondos buitre. Si el fallo es favorable, entonces sí llegarían dólares. Pero si la decisión es adversa...

José Calero

Por José Calero

El

acuerdo con el Club de París deja a la Argentina más cerca de

cerrar el costoso capítulo de la cesación de pagos resuelta en

diciembre de 2001, una decisión que demandó apenas unas horas

tomar, pero que al país le costó sangre, sudor y lágrimas. 

El default, uno de los mayores de la historia, abrió también

para siempre interrogantes imposibles de resolver, como cuál

hubiese sido el derrotero del país de haber contado con

inversiones y financiamiento internacional en este período.

Qué habría pasado si ese alineamiento de planetas que combinó

precios récords de commodities con la producción agrícola más

alta de la historia y el fuerte incremento de la producción

industrial, se hubiese alimentado con el combustible necesario

para llevar la productividad de la economía a niveles desconocidos

en el país.


Nunca se sabrá si la Argentina podría haberse convertido a esta

altura en una nación desarrollada tras alcanzar una etapa

superior, sobre la base de un crecimiento del 6 por ciento

promedio logrado desde el 2002.

Tras negociar con el Club de París a un costo alto, ya que la

deuda reconocida subió de 6.500 a 9.700 millones de dólares, la

Argentina se garantiza achicar el grado de enemistad económica con

los países ricos y la posibilidad cierta de que grandes

multinacionales que operan en el país puedan convencer a sus casas

matrices de traer capitales a esta tierra necesitada.

El acuerdo cerrado por Axel Kicillof en París deja una hipoteca

complicada para el próximo gobierno, que deberá afrontar el grueso

de los vencimientos, en medio de la sensación de que el gobierno

priorizó el cierre de ese frente de tormenta antes que sentarse a

discutir por algunos cientos de millones de dólares más o menos.


En el razonamiento del equipo económico se está más cerca de

la meta de terminar con el hostigamiento de los fondos buitre

hacia el país.

El 12 de junio próximo, el mismo día que empieza el Mundial de

Brasil, la Corte Suprema norteamericana prevé definir el pedido de

apelación de la Argentina ante el fallo de la Cámara de

Apelaciones del 2013, que pretende obligar al país a pagarle 1.330

millones de dólares más intereses a los fondos buitre.

Ese día, cuando la pelota empiece a rodar en San Pablo, la

Corte norteamericana podría aceptar analizar el caso y así los

plazos se estirarían hasta el 2015 para una definición, lo cual

sería positivo para la Argentina.

Pero también podría rechazar el pedido, lo cual gatillará que

entre a regir el fallo que obliga a pagarle a los fondos buitre el

100% reclamado, antes de abonarle a los bonistas del canje de deuda.

Esto derivaría en que el país ingrese en "default técnico",

ante la imposibilidad de pagarles a través del mercado de Estados

Unidos, por el riesgo de incautación de fondos para derivarlos al

pago a fondos buitre.


En el mercado especulan también con la opción de que la Corte

solicite al gobierno de Estados Unidos su opinión, para decidir si

acepta o rechaza el pedido argentino, lo cual alargaría los plazos.

En ese caso, se descuenta que el gobierno de Barack Obama

manifestará una posición favorable a la Argentina, como ya lo hizo

en dos oportunidades.

También con que finalmente se llegue a algún acuerdo con los

fondos buitres que cierre en forma definitiva el capítulo negro

del default.

Mientras llega esa fecha, el gobierno celebró el acuerdo con el

Club de París tanto como un gol de Lionel Messi en una hipotética

final contra Brasil, y en especial destacó haber podido dejar al

margen al FMI, el organismo más enfrentado con la Argentina del

cual Néstor Kirchner se libró pagándole toda la deuda de un tirón. Lo destacó la presidenta Cristina Kirchner y machacó sobre el

concepto el ministro Kicillof, quien disparó: "No necesitamos al

FMI para negociar".

Según el funcionario -felicitado por la presidenta-, el

acuerdo con el Club de París es "muy ventajoso" y está alejado de

lo que reclamaban las naciones acreedoras.


Como aviso al próximo gobierno, Kicillof aclaró que si la

Argentina no logra cumplir sus compromisos en los cinco años

previstos inicialmente, tendrá un plazo de dos años más para

hacerlo sin caer en cesación de pagos.

En este escenario, de los 9.700 millones de dólares

comprometidos, la gestión de Cristina Fernández deberá ocuparse de

saldar apenas el 12%, un total de 1.150 millones.


Por eso, los precandidatos presidenciales tanto del oficialismo

como de la oposición ya empezaron a hacer números.

El gobierno que asuma en diciembre de 2015 sabrá que deberá

conseguir 8.550 millones de dólares, casi 70.000 millones de pesos

a la cotización oficial actual, sólo para cumplir con el Club de

París.

Será un esfuerzo importante, pero Kicillof aseguró que el pago

de la deuda "no dejará de rodillas" a la Argentina, porque a

cambio las naciones desarrolladas prometieron inversiones.

El tiempo dirá si el ministro tenía razón.

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