Por REDACCION
El Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (CISE) de la Fundación Libertad consideró, en su último informe "La Economía en pocas palabras", que gran parte de los países de la región han mostrado un notable deterioro en sus variables macroeconómicas. A pesar de sus asimetrías en materia estructural y sus diferentes necesidades, reaparecen dificultades para sostener el crecimiento y a su vez para contener la inflación.
Esta situación llevó a la necesidad implementar un giro en las políticas y diagramar una agenda, donde el Mercosur poco se destaca en ella. Tanto Brasil, Uruguay y Paraguay tienen intenciones de acercarse a la Alianza del Pacífico, donde Argentina corre con desventaja ya que se mantiene concentrada en corregir los desequilibrios internos, la restricción de divisas y el déficit fiscal.
Por un lado, Michele Bachelet en Chile ambiciona crear una mayor comunicación entre el Atlántico y el Pacífico en relación al Mercosur. El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, en el marco del seminario “Invertir en Chile” el pasado lunes en Beijing expuso acerca de las bondades del país para atraer a los empresarios chinos a invertir en Chile. Donde además de destacar las ventajas del modelo chileno, llevó a cabo un duro análisis diferenciándolo del resto de las naciones del cono sur.
China actualmente es el principal importador de alimentos, energía y minerales de la región. Con respecto a sus ventas externas, los bienes de capital -debido a sus precios bajos- lo hacen un gran competidor. Por tal motivo, es difícil que la región pueda dar respuestas a tal fenómeno de manera individual. Argentina, por su parte, está concentrada en corregir sus desequilibrios internos y sectoriales; mientras que la atención de Brasil está en lograr un acuerdo con la Alianza del Pacífico sumado a una mirada poco auspiciosa del Mercosur. Por tales motivos, se dificulta una política coordinada de ambos países ya que prefieren negociar por separado.
La sensación es que en los últimos años los acuerdos y la actividad del Mercosur se han estancado. Un claro ejemplo es la idea de evolucionar hacia una unión aduanera, que ha quedado frisada por el momento. La agenda comercial parece estar agotada y es momento de repensar una nueva, con propuestas diferentes y nuevos integrantes. Es primordial avanzar en programas de integración energética, territorial, con mayor conexión al Pacífico, posibilitando la entrada de China y la posible influencia de México. Claro está, que ante las diferencias existentes en los modelos de cada una de las naciones del Cono Sur, deben trabajar por generar un modelo de integración en conjunto.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.