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Suplemento Economía Domingo 4 de Diciembre de 2016

La economía no reacciona y ahora la apuesta es reanimar el consumo

En un intento por reanimar la actividad económica, el Gobierno está tomando medidas para fomentar el consumo: bonos de fin de año, extensión del plan de cuotas y un nuevo impulso a las obras públicas.

Redacción

Por Redacción

Por Guillermo

Malisani


Sin ningún tipo de reacción de la actividad

productiva, con despidos y suspensiones, con la inversión

planchada y una renovada preocupación por el dólar, el Gobierno

salió ahora a intentar apuntalar el consumo para reanimar la

economía y cambiar la tendencia de cara al 2017.


El presidente Mauricio Macri autoevaluó su gestión con 8

puntos, pero a juzgar por los resultados económicos difícilmente

pueda alcanzar esa calificación, más allá de las explicaciones y

el repetido argumento de la "pesada herencia".

Los datos económicos de la semana fueron mucho más

desalentadores que los anteriores y ratificaron el profundo

proceso recesivo en el que la Argentina se encuentra sumida.

El INDEC relevó una caída del 8% en la producción industrial de

octubre, la baja más pronunciada del año, y la construcción se

desplomó casi 20%.

Los datos superaron, incluso, a los sondeos realizados por

consultoras privadas, que también reflejaron la crítica situación

que atraviesa la industria.

El estancamiento continúa golpeando con fuerza los indicadores

laborales: la mitad de la caída en los puestos de trabajo

registrados que se dio desde diciembre obedece a personal de las

grandes empresas, de más de 2.500 empleados.

Así surge de un reciente sondeo del Centro de Economía Política

Argentina (CEPA), desde diciembre de 2015 y septiembre, se

perdieron casi 120 mil empleos en el sector privado registrado.

La pérdida de puestos de trabajo se dio pese a los dos acuerdos

firmados entre las cámaras empresarias y el gobierno para evitar

despidos.

En un intento por reanimar la actividad económica, el Gobierno

está tomando medidas para fomentar el consumo: bonos de fin de

año, extensión del plan de cuotas y un nuevo impulso a las obras

públicas.

"La diferencia con el gobierno anterior es que ahora nos

financiamos con deuda y no con emisión y que tenemos 18 cuotas.

Todavía no se ven los brotes verdes y se vuelve a apostar al

consumo", graficó el economista Matías Tombolini.

El tobogán en el que se encuentra el consumo interno es

producto de la suba de precios y de la pérdida del poder

adquisitivo de las familias, que según un informe de la consultora

FyE Consult, cayó casi 10% en el último año.

En este contexto, los empresarios más influyentes del país

están alineados políticamente con la gestión macrista, pero exigen

más medidas, más orden y recién ahí empezar a invertir.


Así se da inicio a un círculo al que el gobierno no le

encuentra la salida y uno de esos motivos es la falta de un plan

económico integral, explícito y claro.

Un ejemplo de esa falta de coordinación o de un marco concreto

de programa económico quedó reflejado en lo que ocurrió con las

tasas de interés que fija el Banco Central.

Para frenar la inflación, la entidad que conduce Federico

Sturzenegger llegó a ubicar las tasas de las Lebac en el 38%, lo

cual generó una fenomenal ganancia a los grandes jugadores del

mercado financiero y, como contrapartida, planchó la economía y

aniquiló el consumo.

Cuando el Central redujo las tasas al 24%, el que se empezó a

mover es el dólar, que superó los 16 pesos y encendió otra vez la

señal de alarma sobre los precios.


Sin embargo, desde el gobierno intentaron minimizar la cuestión

y el encargado de calmar el ánimo fue el ministro de Hacienda,

Alfonso Prat Gay, quien dijo que la suba no le preocupa y que,

incluso, le causa gracia.

"Con la suba del dólar, desacelerar la inflación será

inalcanzable", opinó el economista Agustín D Attelis.

Al Gobierno tampoco le preocupa el elevado nivel de

endeudamiento al que se llegó en el último año entre las emisiones

de Nación, las provincias y las empresas en general.


De acuerdo con un reciente informe, la Argentina emitió deuda

externa por unos 53.527 millones de dólares en los últimos doce

meses, equivalente al 11,1% del Producto Bruto Interno.

Con el Presupuesto 2017 aprobado, el pasivo externo del país

alcanzará los 110 mil millones de dólares en 24 meses, según el

estudio del Observatorio de la Deuda Externa, que dirige el

economista heterodoxo Arnaldo Bocco, en el ámbito de la

Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).

Un endeudamiento que hasta ahora sólo ha sido destinado a

cubrir el déficit, el financiamiento corriente y la baja de

impuestos a sectores concentrados.

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