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Suplemento Economía Domingo 8 de Junio de 2014

Finanzas públicas y la importancia de su estabilidad en el territorio

En tiempos donde la inflación genera un desbalance entre los ingresos fijos y los egresos crecientes de los gobiernos, los fondos anticíclicos constituyen una herramienta útil para atenuar esta vulnerabilidad.

REDACCION

Por REDACCION

La estabilidad de las finanzas públicas es de vital importancia, sobre todo cuando el ambiente económico se transforma en inflacionario, elemento que, a mi juicio, provoca incertidumbre en los mercados y, por lo tanto, problemas en las distintas actividades económicas, como ocurre en la Argentina actual.

En esta coyuntura, la flexibilidad de los ingresos y la inflexibilidad de los egresos generan una importante vulnerabilidad del sistema presupuestario, que puede traer consecuencias negativas en la efectiva prestación de los servicios públicos esenciales y en la economía del territorio.

Una posible herramienta para morigerar esta vulnerabilidad, desde la administración de un municipio es la creación de un Fondo Anticíclico Fiscal.

Este fondo se conforma por un caudal de dinero o valores atesorado bajo la forma de reserva cuya función es cumplir un rol estabilizador de los ciclos económicos, lo que significa atenuar las fluctuaciones propias de la economía.

Este manejo de política fiscal demanda separar una fracción de los recursos presupuestarios para nutrir un fondo definido a tal efecto. Es un instrumento que se crea para preservar recursos en épocas de ingresos fiscales presupuestados y que puedan ser utilizados en tiempos de escasez o de urgencias, para atenuar la caída de recursos en las fases recesivas de los ciclos económicos constituyendo, por lo tanto, una herramienta importante para lograr el equilibrio financiero.

Una herramienta de este tipo constituye también, una forma de contener el gasto público, dado que su función es asegurar que la política fiscal, en períodos de auge económico, no permita aumentos del gasto público hacia una meseta superior, en tanto que, al mismo tiempo, el mantenimiento del gasto en la recesión, se financie con recursos genuinos, sin incurrir en déficit a largo plazo.

Al igual que la lógica de presupuestos plurianuales, los Fondos Anticíclicos Fiscales contribuyen a que la gestión garantice el financiamiento de políticas de largo alcance, lo que afianza los objetivos de transparencia, y permiten eliminar políticas procíclicas; es decir, aquellas que acentúan en lugar de atenuar las fluctuaciones de los ciclos económicos.

Los gobiernos provinciales y municipales deberían contar con instrumentos de flexibilidad para la cobertura del riesgo cíclico, dado que no tienen posibilidad de influir en la evolución de las principales variables económicas como ser tipo de cambio, tasas de interés e inflación.

En términos generales, el procedimiento de constitución y desarrollo de este tipo de herramientas es la creación, dentro del Presupuesto Anual de la Municipalidad, de una cuenta especial denominada Fondo Anticíclico Fiscal, estableciendo los mecanismos y procedimientos presupuestarios pertinentes, tanto para su formación como para su aplicación, basando su finalidad en compensar o atenuar las diferencias entre recursos y gastos, como consecuencia de variables que se registren en el ciclo económico u otras contingencias que tiendan a provocar desequilibrios en las finanzas municipales.

La composición de este fondo puede ser un aporte inicial en pesos, más un determinado porcentaje del superávit fiscal de cada Ejercicio, más los recursos que pudieran provenir del Estado Nacional o Provincial, más el excedente recaudatorio que el Departamento Ejecutivo Municipal, con autorización legislativa, estime oportuno aportar con un determinado límite para la acumulación de los recursos.

Con el fin de mantener o incrementar el valor real de estos recursos, se puede facultar al Departamento Ejecutivo, a colocarlos, tanto a interés como en activos financieros, plazos fijos, monedas extranjeras, bonos y/o cualquier otro que el Poder Ejecutivo considere pertinente, debiendo sus rentas ingresar íntegramente al Fondo Anticíclico; manteniendo el índice de liquidez necesario y su aplicación sólo procederá cuando los ingresos corrientes sean insuficientes para el financiamiento de las erogaciones corrientes, para que no se resientan los servicios básicos prestados por el ente Municipal.

Para concluir, considero que el Fondo Anticíclico Fiscal debería ser creíble, lo cual se logra con un buen diseño, claro y preciso, fijando el alcance de cada uno de los conceptos insertos en el texto legal, de manera que no existan dudas en su aplicación. Y también realizable, lo cual implica una aplicación estricta de la norma, ya que si no se incurre en indisciplina fiscal.

También debería ser útil, ya que el destino y oportunidad deben adecuarse a las reales necesidades del ámbito en que se aplique y a la coyuntura social, económica y financiera; siendo también flexible, previendo cláusulas de escape que permitan cumplir con los objetivos ante contingencias no previstas. Y además ser administrado en forma eficiente y transparente, manteniendo el índice de liquidez necesario.

O sea que, bien parametrizado, sería un elemento de administración de mayor transparencia e impacto en cualquier organización municipal, ya que con ello es posible lograr un correcto equilibrio financiero, una ordenada distribución del tipo de gastos, una mejor eficiencia en los egresos, lo que le daría mayor credibilidad y estabilidad a la actividad de los municipios.

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