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Suplemento Economía Domingo 14 de Diciembre de 2014

El sabor agridulce que dejó el canje de bonos

La operación no alivió los vencimientos del año próximo y tampoco permitió conseguir los dólares que tanto se necesitan en estos tiempos.

REDACCION

Por REDACCION

Por Guillermo

Malisani

 (Especial para NA)


El resultado de la arriesgada operación de recompra

de bonos Boden 2015 dejó un inocultable sabor agridulce en el

equipo económico de Axel Kicillof, porque no alivió los

vencimientos del año próximo y tampoco permitió conseguir los

dólares que tanto se necesitan en estos tiempos.


El esfuerzo del ministro por demostrar que la operación fue un

éxito porque sólo un 2% de los bonistas pidió la plata en

efectivo, contrasta con el hecho de que menos del 10% de los

inversores se mostró interesado en la nueva emisión de los Bonar 2024.


"Es un espaldarazo a la confianza en el país", graficó el

ministro en una exposición en el Palacio de Hacienda, en un

microcine colmado de funcionarios y en la que no aceptó preguntas.

Más allá de estas consideraciones, no se consiguieron fondos

frescos para sostener las reservas del Banco Central, ni se

descomprimieron los vencimientos de deuda del 2015, que llegan a

casi 14 mil millones de dólares.


La oferta realizada por Economía había sido de 3.000 millones

de dólares, de los cuales sólo fueron tomados por los inversores

286 millones, que representarán un ingreso exiguo para las arcas

del Estado.

Tan escaso fue el resultado, que apenas superaron los 281

millones de dólares que esta misma semana una compañía de

telecomunicaciones pagó por la adjudicación de la tecnología 3G y

4G, que le sirvieron al Central para sumar reservas.

En el Palacio de Hacienda hubiesen celebrado con bombos y

platillos si el resultado de la suscripción de los nuevos bonos

hubiera orillado la mitad del total ofertado.

Es que tampoco resultaba un buen negocio conseguir bonos a 97

dólares si puede tranquilamente adquirirlos en el mercado

financiero a menor valor.


Tampoco el canje de títulos tuvo el resultado esperado por

Kicillof ya que apenas 377 millones de dólares en Boden 2015

aceptó el canje por el Bonar 2024.

En rigor, este resultado se trató de algo previsible porque

ningún tenedor de bonos iba a aceptar perder dinero en este canje

si puede tranquilamente venderlos en el mercado financiero en

cualquier momento y con mejor rendimiento.


De esta manera, ante la falta de mayores atractivos, era un

escenario lógico esperar hasta octubre para cobrarlos o

negociarlos en el mercado.

En la conferencia de prensa en la que anunció el resultado, el

ministro insistió sobre la "catastrófica" situación que viven los

mercados internacionales.

En el Palacio de Hacienda, seguramente estarán evaluando que el

momento elegido para la operación no fue el adecuado, máxime si se

pretendía dar una señal de fortaleza ante los fondos buitre.

Porque, en definitiva, ese era otro de los objetivos que

perseguía el canje: mostrar que el país puede retornar a los

mercados financieros y que los inversores creen en la capacidad de

pago de la Argentina.

A contrario de lo esperado, los números dejaron en claro que la

prudencia domina la actitud de los inversores y que ante tanta

convulsión financiera prefieren esperan que escampe el temporal.

La tormenta financiera que azota el frente externo por la

brusca caída en el precio del petróleo desalentó la posibilidad de

extender el plazo del canje, como en algún momento se llegó a pensar.

Incluso, se evaluó en esferas oficiales volver a abrir la

operación en enero, pero se prefirió hacer el anuncio, dar vuelta

la página y esperar el otro año para decidir el camino a seguir.


"La operación fue un soberbio fracaso. Se van más dólares que

los que ingresaron", sentenció, sin dudas, el economista Agustín

Monteverde, al ser consultado por NA.

Para Monteverde, el Gobierno no pudo conseguir los fondos que

estaba esperando pese a "las presiones que circularon en los

últimos días" y a la asistencia de organismos oficiales que se

suscribieron a la operación de canje.


Cómo queda el Gobierno frente al mercado financiero.

Seguramente desde el Ejecutivo intentarán superar el trago

amargo de la operación y continuar con las medidas para apuntalar

reservas y evitar una suba en dólar blue.

Los últimos resultados conseguidos por Alejandro Vanoli al

frente del Banco Central dieron una bocanada de oxígeno a la

gestión económica.


Las reservas del Central superaron los 30 mil millones de

dólares, en gran medida por el acuerdo de swap con el Banco

Central de China, y permitirán transitar los últimos días del 2015

con algo más de tranquilidad.

A su vez, la brecha cambiaria, ese gran dolor de cabeza que

condicionó el año entero, se ubicó por debajo del 50 por ciento,

cuando llegó a superar el 100 por ciento.


Así queda explícitamente clara la idea del Gobierno de anclar

el tipo de cambio y evitar bruscos movimientos en la moneda como

el ocurrido en enero.

Diciembre siempre ha sido un mes controvertido y traumático

para la Argentina, sin embargo la perspectiva en el corto plazo no

es tan crítica, más allá del amargo sabor que dejó el canje del

Boden 2015.

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