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Suplemento Economía Domingo 25 de Noviembre de 2012

El humor en las empresas

El sentido del humor es una ayuda invalorable a la hora de crear ambientes más relajados y favorables para la toma de decisiones, elimina el estrés, aumenta la productividad, motiva al personal, dispara la imaginación y crea un excelente canal de comunicación.

Germán Ciceri

Por Germán Ciceri

Las empresas deben enfrentar sus retos con seriedad, responsabilidad y compromiso. Sin embargo, los negocios no dejan de ser serios porque la gente que los hacen posibles sea feliz y sonría. A veces, la seriedad requiere, precisamente, un toque de humor para maximizar la eficacia. En la nota del día de hoy, expondré cómo el humor puede ser una herramienta poderosa en la construcción del éxito en los negocios.

El humor es un elemento interesante para la gestión empresarial, ayuda a responder con una actitud positiva ante los retos o situaciones difíciles que nos encontramos en el día a día, sin dejarnos secuestrar por las emociones negativas. Permite crear un ambiente laboral más relajado y favorable para la toma de decisiones y solución de conflictos; potencia la innovación y la mejora continua; libera el estrés y las tensiones.

El buen humor y la risa pueden ayudar a las empresas, y más en los momentos de crisis donde se requiere que la gente sea más productiva. El sentido del humor nos permite adoptar una manera más amplia que incluye lo cómico y nos lleva a cuestionar lo obvio, lo serio, ver los problemas desde otra perspectiva, con mayor flexibilidad y auto-distanciamiento.

Esa otra perspectiva es, precisamente lo que hace del humor un recurso inapreciable cuando hablamos de resolución creativa de problemas o en última instancia, de innovación. De hecho, durante una buena parte del tiempo que dura una sesión de "brainstorming", las ideas descabelladas que surgen, además de necesitar de un ambiente de desinhibición, complicidad y diversión que sólo el humor puede crear, generan a su vez una buena cantidad de carcajadas que contribuyen, y de qué manera, a estrechar los vínculos entre los participantes.

Humor e imaginación se dan la mano, de forma que sólo esta última puede decidir de qué manera y en qué grado la risa y la diversión forman parte de nuestra jornada laboral. El límite sólo lo marca el respeto al otro, con lo que el sarcasmo y las ironías destructivas quedan fuera de lugar.

No sólo se mide el CI (cociente de inteligencia) sino también el FQ (Fun quotient), que puede traducirse en algo así como el "cociente humorístico". Hay empresas que integran el humor en sus programas de formación y que incluyen, en la retribución de sus directivos, una variable, según lo divertido que resulta trabajar con ellos.

Adoptar el humor como manera de vivenciar la cotidianidad empresarial, más que desventajas, proporciona un sinfín de beneficios que pueden sintetizarse en que:

• Atrae y retiene a los recursos humanos más valiosos.

• Potencia la salud y las capacidades del empleado al servicio de los proyectos anuales empresariales.

• Fortalece la motivación individual y colectiva.

• Estimula la innovación.

• Optimiza la comunicación interna.

• Favorece el aprendizaje.

• Cohesiona los equipos humanos.

• Mejora la toma de decisiones.

• Permite una comunicación más fluida.


Es importante introducir elementos de distracción controlados, de sano esparcimiento y, sobre todo, de un alto sentido humorístico a las largas horas que mantiene en sus instalaciones tanto el personal que ahí labora como los clientes que los visitan.

Algunos de los recursos de los que puede valerse la empresa para alegrar el ambiente y aligerar las presiones propias del trabajo son las actividades recreativas pasivas, los breaks emocionales (aquellos que permiten al empleado expresarse libremente al menos por unos segundos), la catarsis laboral, las reuniones no-administrativas para generar un mejor contexto, y otras tantas expresiones de buen humor, podrían ser verdaderos detonantes de innovación, buen ambiente de trabajo y conexiones realmente sólidas con la visión y misión de la empresa.

El humor y el trabajo no se enfrentan, sino que se asocian obteniendo los mejores resultados esperados, por eso algunas empresas ya lo implementan mientras incorporan a sus estructuras los llamados "gestores de climas". Nunca es tiempo perdido el generar espacios para que directivos y empleados busquen salidas a través del humor. Se debe convertir a la empresa en un foco de alegría, bienestar y satisfacción, manteniendo siempre presente que no ha de ser sólo el cliente el que debe sentirse a gusto con nosotros, también debe estarlo nuestra gente.

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