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Suplemento Economía Domingo 28 de Agosto de 2011

El empleo y la cuestión personal

Desde 2003 hay una sostenida demanda laboral apenas interrumpida por la crisis del campo. La demanda laboral, además de pericia, exige determinado perfil del postulante. Es un ángulo complicado a resolver. En tanto, hay postulantes que rechazan el perfil de la empresa oferente por su clima interno.

Redacción

Por Redacción

Páez Allende explica en la entrevista publicada por el diario El Litoral, que “junto con la presentación curricular del postulante, se está pidiendo una evaluación psicotécnica, para tener un índice de previsibilidad”.

Desde el 2003 las empresas mantuvieron una sostenida demanda de personal, luego de la salida de la crisis de 2001. Posteriormente, entre 2007 y 2008 se registró una caída en esas búsquedas (particularmente en los meses del conflicto entre el Gobierno y el campo) que retomó intensidad a partir de 2009 y durante todo 2010.

“Durante el año pasado puede decirse que se registró un récord en nuestra actividad”, afirma Joaquín Páez Allende, psicólogo, titular de la Consultora Persona, quien trabaja desde los años 80 en Santa Fe en la selección de personal.

Ese récord, sin embargo, tiene su contracara. “Un problema concreto es la dificultad de encontrar gente calificada para los puestos que se requieren. Parece un contrasentido, porque frente a la masa poblacional desocupada, se supone que es más fácil reclutar personal. Pero si la oferta fuese suficiente, la búsqueda la realizaría directamente el empleador, en vez de pagar un servicio de selección”, agrega.


Los perfiles


Con los pedidos de búsqueda se van acentuando las exigencias de calificación, pero también requerimientos para que la persona seleccionada pueda encajar en la cultura de la organización.

“El tema -dicen- no es buscar un ingeniero, sino que además ese ingeniero tenga un perfil que asegure la permanencia en la compañía y no se vaya en tres meses. Ese profesional tiene que tener aptitudes, ser flexible, criterioso, que tome decisiones, que coordine un grupo, que empiece a sumar cosas que la universidad generalmente no da”.

Por estas exigencias aleatorias “se está haciendo moneda corriente que las empresas, sobre todo en personal calificado o de mandos medios para arriba, soliciten, junto con la presentación curricular del postulante, una evaluación psicotécnica, para tener un índice de previsibilidad”.

A su vez, tales requisitos pueden relacionarse con otro dato: las búsquedas gerenciales encomendadas a la consultora se han incrementando proporcionalmente en un 25% durante los últimos 2 años, y en la región Santa Fe se orientan particularmente a la selección de gerentes de Recursos Humanos.


Las empresas


Este viaje de ida tiene un pasaje de vuelta: hasta no hace mucho sólo las empresas elegían a quién querían contratar. Hoy, los postulantes también eligen dónde quieren trabajar. Revisan las condiciones de trabajo y, puede suceder, que no se entusiasmen aun cuando la oferta signifique más dinero.

“Nos ha pasado que gente que estaba sin trabajo, con un perfil profesional importante y muchas posibilidades de reinsertarse, rechazara una oferta por la simple razón que en la empresa hay un clima laboral muy malo”, comentan los consultores.

La observación revierte el tema hacia aquellas conducciones empresarias que aún no han detectado que el manejo profesional de los climas laborales internos influyen sobre la rentabilidad. El sobrecosto, generalmente oculto, se expresa en un alto índice de rotación laboral. “Es un contrasentido -comentan-, porque los climas laborales son los más baratos de corregir o modificar”.

La situación, contra lo que podría suponerse, se da con mayor frecuencia en las PyMEs, que pese a estar acuciadas por distintos factores que actualmente le restan competitividad, no han identificado todavía la gestión de recursos humanos como una inversión y la siguen considerando un costo a postergar o incluso superfluo.


Los eventuales


Entre los servicios que cubre Persona Consultores, se encuentra el de contratación de mano de obra eventual (temporario o transitorio), una tendencia que viene creciendo a escala mundial y que en la Argentina provee unos 100 mil puestos de trabajo.

En orden de importancia, la experiencia de los consultores indica que los mayores demandantes de esta alternativa son el agro (períodos de cosecha o recolección), la industria (picos de producción o ausencia programada de personal, como el caso de vacaciones), y los servicios y comercio, cuando deben afrontar grandes esfuerzos de promoción o venta intensiva limitadas en el tiempo.

“Es cierto que creció el número de compañías que en el último año requieren nuestros servicios para la selección de personal, pero también lo es que nuestra mayor facturación proviene de la contratación de trabajadores eventuales”, admiten los consultores.

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