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Suplemento Economía Domingo 15 de Diciembre de 2013

El duro impacto en las finanzas provinciales

El conflicto policial modificó el escenario económico y financiero para los próximos meses: la discusión salarial ya no será la misma que hasta hace pocos meses se presumía.

REDACCION

Por REDACCION

Por Guillermo

Malisani, (Especial de NA). - La ola de inéditas protestas policiales no sólo puso

en jaque a las finanzas provinciales por los aumentos logrados,

sino que disparó reclamos salariales en todo el país y adelantó el

debate de las paritarias del 2014.

El conflicto policial trastocó profundamente el escenario

económico y financiero para los próximos meses: la discusión

salarial ya no será la misma que hasta hace pocos meses se

presumía. 

El gran debate será a partir de ahora cómo harán las Provincias

para financiar aumentos que trepan al 50 por ciento, porque no

sólo se comprometieron a ajustar básicos sino también los demás ítem que perciben.

Si como se presumía, los gremios estatales tenían previsto

reclamar un aumento del 25 por ciento, las mejoras otorgadas a las

Policías provinciales complicaron el panorama.


Según cada jurisdicción, el piso salarial para los hombres de

uniforme subió a valores de entre 8.000 y 10.000 pesos, y entre

las que ya acordaron se encuentran Córdoba, Santa Fe, Río Negro,

Salta, Jujuy, La Pampa, Misiones, Mendoza y Buenos Aires.


Sin dudas, y aunque no esté previsto en el Presupuesto

nacional, será el Gobierno federal el que deberá asistir a las

Provincias, que apresuradas por cerrar los acuerdos ni tuvieron en

cuenta que se acercaban a un abismo.

Es cierto, la urgencia en resolver la gravísima situación

planteada por los uniformados -de alguna manera extorsiva- no

hizo más que adelantar el proceso y agrandar las dificultades

económicas.

De acuerdo con un reciente informe de la Asociación de

Presupuesto Público, las provincias cerrarán 2013 con un déficit

acumulado cercano a los 30 mil millones de pesos, según

proyecciones realizadas hasta octubre.

Como un efecto dominó, el controvertido reclamo de los

uniformados desató una catarata de exigencias: desde el pago de

bonos de fin de año hasta la reapertura de paritarias en al menos

cinco provincias.

En algunos casos, como el gremio de los camioneros de Hugo

Moyano ya venía reclamando el pago de un bono extra por 4.500

pesos, que se potenció a partir de lo sucedido con la concesión

que las provincias dieron a los pedidos policiales.


A ese planteo, se le sumaron las exigencias de gremios de

estatales y docentes de varias provincias, siendo que en cinco de

ellas ya convocaron a marchas y paros para los próximos días.

El nivel de los ajustes salariales, que no podrán ser

inferiores al 20 por ciento, tendrá dos efectos inmediatos:

volverá a generar desacoples en cuanto al Impuesto a las Ganancias

y derivará en una preocupante presión inflacionaria.

Para el INDEC, la inflación anual se ubicará en torno al 10 por

ciento, pero para las consultoras privadas, el número rondará el

30 por ciento, una cifra a la que apuntarán los gremios para

justificar los aumentos.



INCIPIENTES DATOS

ALENTADORES


La llegada de dólares por la operación entre YPF y Chevron y la

decisión de las cerealeras de liquidar en el corto plazo unos

1.500 millones de dólares, ayudaron al Banco Central a frenar la

preocupante sangría de reservas de los últimos meses.

Inclusive, la entidad que ahora preside Juan Carlos Fábrega

logró sumar reservas y, por otra parte, aceleró la devaluación del

peso para reducir la brecha entre el dólar oficial y el paralelo.

"Por más que aumenten la devaluación, la baja de la brecha no

se sostiene si no se frena la pérdida de reservas y no se compensan

los pesos que hay en el mercado", advierte el economista Dante

Sica.


Con todo, los datos recientes le dieron un respiro a la batalla

que venía dando el Central, sobre todo en un mes muy complicado

porque la presión sobre el dólar es mayor ya que mucha gente viaja

al exterior por el inicio de las vacaciones.


"El año termina con más crecimiento, más explicado por factores

externos que por la cosecha, la mejora de Brasil que empujó la

industria automotriz, pero con una sensación en la calle de

que no hubo mejoras y que la inflación los golpeó", sostuvo el

economista.

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