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Suplemento Economía Domingo 28 de Mayo de 2017

De Mendoza a Sillicon Valley, caso de trabajo colaborativo

DESARROLLOS DE PROYECTOS WORLD-CLASS

REDACCION

Por REDACCION

En la ciudad de Mendoza se encuentra un equipo de 40 ingenieros que trabaja para Eventbrite, la mayor plataforma de venta de entradas e inscripciones a eventos del mundo, en conexión directa con la ciudad estadounidense de San Francisco. ¿Cómo es el proceso de creación entre equipos con diferencia horaria, idiomática y cultural? ¿Qué herramientas se aplican para generar sinergia en los equipos? ¿Qué aportan los profesionales argentinos? 

Por ejemplo, el reciente congreso de #SerMarketing que organizó la Cámara de Profesionales de Rafaela comercializó sus entradas con EventBrite, que en esta oportunidad se planteó el desafío de armar el team local, que no fue menor: los ingenieros aquí no tenían experiencia en Python, el lenguaje en la que está construida la plataforma. Mendoza es fuerte en software factories y abundan los programadores, pero no los ingenieros. Sin embargo, los profesionales se adaptaron muy bien a las nuevas demandas.

"Los proyectos desarrollados en Argentina se caracterizan por terminarse con velocidad, calidad superior y soluciones novedosas. El equipo fue fantástico en el aprendizaje de áreas nuevas y su impacto se observó muy pronto", comenta con entusiasmo Pat Poels, VP de Ingeniería basado en San Francisco.

El equipo de Mendoza es responsable, entre otros proyectos, por la implementación de medios de pago para ampliar el negocio a varios mercados, la introducción de la gestión de impuestos en Reino Unido y la importante integración con Facebook.

Las distintas apps y herramientas disponibles como Google Hangouts y Slack son clave para asegurar la comunicación y el trabajo colaborativo con el equipo de la costa oeste. "Los viajes a EE.UU. para reunirse personalmente con los equipos de allá, también son una herramienta poderosa que usamos mucho y que nos da excelentes resultados", señala Diego Caliri, director de Ingeniería basado en Mendoza, Argentina. Poels coincide y agrega que "es increíble lo que un almuerzo compartido puede hacer hoy para mejorar la colaboración de mañana".

Trabajar de esta forma también tiene sus ventajas, y los ingenieros supieron aprovecharlas: en las mañanas de Mendoza saben que no van a tener ninguna interrupción de San Francisco entonces dedican ese tiempo a tareas que les exigen máxima concentración.

"Los recursos son intercambiables y pensamos en el equipo como un gran equipo de Ingeniería. El talento que tenemos disponible está igualmente repartido entre todas las oficinas", afirma orgulloso Caliri, al mando de un equipo que no deja de pensar en grande y que no conoce fronteras para los desafíos.


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