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Suplemento Economía Domingo 17 de Marzo de 2013

¿Cómo armo un plan de negocios?

Además de funcionar como una guía que ordena los pasos a seguir en una empresa, un plan de negocios reduce riesgos y aumenta probabilidades para alcanzar los objetivos deseados.

Germán Ciceri

Por Germán Ciceri

Muchos emprendedores, creyendo haber tenido una fabulosa idea de negocio, se lanzan inmediatamente al mercado sin haber evaluado el escenario ni la potencialidad de su proyecto. En el día de hoy, presentaremos una simplificación del plan de negocios, una herramienta indispensable para marcar el rumbo de la empresa y lograr resultados exitosos.

En mi actividad como consultor es común desarrollar planes de negocios para aquellas PyMEs que recién se inician o que ya se encuentran en funcionamiento. El desarrollo de este instrumento involucra tres aspectos esenciales de la gestión empresarial: planear, ejecutar y evaluar.

Un plan de negocios es un documento escrito y conciso, donde se describe la empresa, la situación del mercado, las futuras acciones y estrategias de implementación. Este instrumento es útil para definir si es conveniente invertir en una nueva idea o en la modificación del negocio actual, redefinir la idea original, obtener financiamiento o buscar socios para incorporar al proyecto.

Pero, ¿es necesario elaborar un plan de negocios? ¿Debo elaborarlo aunque mi empresa ya está en marcha? Siempre es conveniente armar un plan de negocios, aun cuando la empresa ya esté en marcha, dado que nos permitirá comprender el negocio, cómo operan los principales cambios, reflexionar acerca de dónde queremos o podemos ir y cuáles serán los pasos claves para crecer en el mercado. Hay que tener en cuenta que los contextos actuales se caracterizan por una alta volatilidad, por lo cual el plan en ocasiones deberá ser revisado para realizar los ajustes pertinentes.


DESCRIPCION

DEL NEGOCIO

Ya tengo mi negocio o mi idea ¿cómo empiezo? El primer paso para la ejecución consiste en asentar la idea. Es decir, comenzar a darle forma corpórea, estructura y sustento. Y esto se logra a través de la definición concreta de la misión (o razón de ser) de la idea de negocio, y que puede materializarse respondiendo a los siguientes interrogantes: ¿qué ofreceré? (producto o servicio); ¿a quién se lo ofreceré? (perfil de cliente al que apunta la idea); ¿adónde lo ofreceré? (límites geográficos de mis acciones); y ¿por qué los clientes me elegirán a mí? (en qué me diferencio para me elijan).

Otro aspecto a determinar, en este primer paso hacia la formulación del plan de negocios es la visión: la fijación de un futuro realista, creíble y atractivo. Esta establece el norte del proyecto, el lugar adonde desea llegar el emprendedor con su idea.


CONOCIENDO EL

CAMPO DE ACCION

Una vez fijada la idea de negocio, es necesario investigar el escenario donde se desarrollarán sus actividades. Este análisis debería realizarse en dos dimensiones:

• Dimensión de la realidad interna: es necesario realizar un diagnóstico referido a aspectos comerciales, económicos, financieros, estructurales, organizacionales y las habilidades internas de la empresa. Este es aplicable tanto en proyectos de mejora de un negocio actual como nuevas iniciativas.

• Dimensión de la realidad externa: en este punto se deben analizar las variables del micro y macroentorno. La última de esta se refiere a las influencias que están dadas por la realidad y ningún empresario podrá modificarlas. En cuanto a las variables del microentorno son aquellas en las que el emprendedor puede ejercer cierta influencia.

Toda la información recabada en el análisis anterior puede ordenarse gráficamente en la matriz FODA, que nos permitirá ordenar claramente los datos para aprovechar las fortalezas, avanzar sobre las oportunidades externas, mientras trabajamos en neutralizar las debilidades internas y con las posibles amenazas.

Luego, se debe elegir el camino a seguir para lograr sus objetivos, para lo cual es necesario determinar la estrategia, la cual permitirá alinear los recursos y competencias de la empresa para el logro de sus metas, objetivos de expansión y crecimiento empresarial.


PLANES OPERATIVOS

Y DE DIRECCION

Ahora llega el momento de programar la ejecución de lo formulado anteriormente, es decir, diseñar un plan de acción consistente y apoyado en las definiciones estratégicas: determinar los objetivos y metas a alcanzar; elaborar una lista de actividades convenientes y establecer prioridades entre ellas; definir recursos para la realización de la planificación operativa; y especificar los tiempos en que se debe realizar cada tarea.


COMPONENTES

FINANCIEROS

Ya definido el plan de acción, el emprendedor dispone de la información necesaria para la evaluación económica y financiera del proyecto, para lo cual intervienen herramientas claves para determinar la viabilidad de la idea, tales como la confección de un flujo de fondos, la tasa interna de retorno (TIR) y el valor actual neto (VAN) de los flujos de fondos descontados.


En resumen, un plan de negocios es una herramienta fundamental que permite minimizar el riesgo que conlleva una inversión, sirve como guía de trabajo para su posterior puesta en marcha, mejora dramáticamente las probabilidades de éxito y otorga valor a su empresa.

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