Por Evelin Olivero
“Nueva Clase A, el comienzo de una nueva generación”. Con este concepto, la marca de automóviles de lujo Mercedes-Benz define el nuevo cambio de orientación de mercado que pretende alcanzar con su último lanzamiento, el modelo Clase A.
En los últimos años hemos observado que la mayoría de las marcas del sector automotriz fue mutando algunos de sus diseños, incluso en el segmento de autos familiares, para evolucionar hacia líneas deportivas y modernas. Con la mira puesta en un público más jugado, con fuerte personalidad y menos conservador, los diseñadores de vehículos de alta gama apostaron fuerte a la innovación en la carrocería, configurando de esta forma pilares consistentes en cada producto: potencia, seguridad, confort y estética.
Si nos remontamos a la prehistoria del sector, más precisamente a la revolución industrial donde Ford cambió al mundo con la fabricación en serie de su automóvil, podemos darnos cuenta cómo cambian las necesidades de las personas a medida pasa el tiempo y se encadenan los avances tecnológicos. En aquel tiempo la principal necesidad era transportarse en menor tiempo sin importar la manera -incluso ni se fijaban en el color-.
Con el paso de los años, el consumidor se volvió más exigente en cuanto a diseño, pero esto se debió a que una vez satisfecha la necesidad de transportarse, el auto pasó a ser un bien social. Si bien el grupo familiar, la edad y el nivel socioeconómico son determinantes a la hora de elegir, también pesa el hecho de vivir en una sociedad de consumo (el auto como indicador de estatus, del lugar que ocupa una familia en la sociedad).
Por tal motivo, y dadas un montón de otras variables, los autos son cada vez más seguros, más cómodos y más eficientes en la relación rendimiento (consumo y potencia) / costos de mantenimiento. Pero ahora se agregan rasgos de estética por lo que actualmente un vehículo cumple no sólo con las necesidades estructurales sino también con las sociales.
En mayo se presentó en sociedad el nuevo Mercedes-Benz Clase A, con el que la marca apuesta a ampliar el segmento de los consumidores de sus productos. El diseño expresivo, sugestivo y audaz también rompe con algunos prejuicios sobre la misma empresa, demostrando que puede dejar la sobriedad de lado para satisfacer las nuevas demandas de los consumidores modernos dispuestos a ir un poco más allá. “Lo más: rompe con la tradición monovolumen del Clase A y le da una lección de originalidad a sus rivales alemanes”, señala en su crítica el sitio especializado autoblog.com.ar sobre esta nueva versión del Clase A.
Mark Fetherston, uno de los integrantes del equipo de diseño de este vehículo, afirmó: “A decir verdad, al comienzo no pensé que en Mercedes-Benz nos atreveríamos a construir un automóvil como este, pero la Junta Directiva nos ha otorgado una enorme libertad en la configuración de la Clase A, e incluso nos ha animado a experimentar con un diseño más progresivo todavía”. Para luego agregar “La Clase A es una apuesta clara por el nuevo dinamismo de la marca Mercedes Benz”. Más aún, consideró que “trasponer el dinamismo deportivo de la marca Mercedes-Benz a la categoría compacta supone un gran desafío, y es lo que hace tan apasionante nuestro trabajo”.
Por otro lado, quien está encargado de la parte interna de este nuevo producto, Jan Kaul, resume la calidad del diseño al expresar que “si se toma asiento con los ojos cerrados a bordo de la Clase A, al abrirlos de nuevo a nadie se le ocurriría pensar que se encuentra en un vehículo de la categoría compacta”.
Apostando a seguir sumando seguidores de su marca, la automotriz comenzó la campaña con “Algo está pasando en Mercedes” a través de la cual pretendía rejuvenecer el target y modernizarlo. Luego de esto el lanzamiento de la Clase A –ya es la tercera generación del modelo menor de la automotriz alemana, aunque ahora se posiciona como un hatchback del segmento compacto- confirmó que se venía un nuevo producto compacto más deportivo y del carácter del resto de las líneas.
La automotriz alemana siempre se ha destacado por marcar el rumbo en el desarrollo de vehículos de alta gama con la innovación entre ceja y ceja. Ahora, para estar a tono de las nuevas demandas del mercado -y por presión de la fuerte competencia-, necesita avanzar decididamente en materia de diseño para conquistar nuevos consumidores.
En cierta medida, el liderazgo de Apple en innovación y tecnología, basada en lanzamientos constantes o actualizaciones permanentes, fue configurando un nuevo perfil de consumidor, que exige novedades todo el tiempo y quiere tener lo último (desde lo funcional hasta lo estético).
Este nuevo consumidor que nació en el campo de los artículos de tecnología se expande a otros sectores, como el de la industria automotriz. Es insaciable y necesita que siempre haya cosas nuevas, en materia de equipamiento y especialmente en diseño.
De esta manera, la premisa de ampliar el mercado que se fijó Mercedes impone una ruptura de paradigmas ya establecidos con el fin de generar una diferenciación. Clase A es un cambio, es innovación y una forma de reinventarse para continuar en el lote de empresas líderes en el segmento de automóviles de lujo.
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