Piletas

Esteban Actis, un hermoso nene de tres años, tenía locura por la pileta. Toda su experiencia se limitaba a chapotear en una de plástico, armada todos los veranos en el patiecito de su casa. Un día sus padres pudieron llevarlo a él y a sus hermanos a Mar del Plata. Estrenando mallita nueva, el nene vivió por primera vez la experiencia del agua marina lamiéndole sus pies. Mira a lo lejos las olas y el horizonte infinito. Exclama, exultante: "¡ Huy, ma! !Qué grande es esta pile!...". Luego se aferra a la mano de su mami para inaugurar sus primeros pasos mar adentro.

Ojalá todos los chicos tuvieran la capacidad de tomar conciencia de lo grandes y profundas que son muchas piletas, incluso las construidas en los fondos de la casa. Todos conocemos casos de chiquitos ahogados en un descuido de sus padres. ¿Y qué decir de otros nenes que sobrevivieron gracias a una reanimación tardía, con secuelas irreversibles? Son muchos más de lo que la gente supone.

Prevenir, es la clave. No viene mal recordar algunas recomendaciones escritas por Patricia Cirigliano, quien dispone de larga experiencia en la enseñanza de natación a chiquitos:

1) Jamás deje solo a su hijo pequeño en la bañera de su casa

2) No deje a los niños mayores a cargo de los más pequeños.

3) No confíe en los flotadores. Algunos se invierten, dejando

al niño boca abajo, porque cabeza y tronco pesan más que las piernas. 4) No permita que los niños o adultos griten al jugar en la piscina impidiendo oír un pedido de auxilio. 5) Tampoco deben bañarse en el momento de la digestión.

6) No acampe cerca de cursos de agua cuyo comportamiento no se conoce.

7) Si comparte un country o tiene piletas vecinas a las que pueden concurrir sus hijos, no se limite a cuidar la pileta propia y mantenga bajo su vista a los niños. 8) Mantenga a sus hijos en brazos o tomados de la mano si están cerca de un curso de agua o piscina, si no saben nadar.

9) Si tiene piscina, cúbrala cuando no esté vigilada.

10) Cuide especialmente a los niños durante una fiesta de cumpleaños.

11) En la pileta propia, mantenga en lugar conocido por todos y a la vista un salvavidas con su soga. Enseñe a sus hijos a alcanzarlo y a colocarse dentro de él.