Por REDACCION
Buenos Aires, 2(NA). - Bajo una intensa lluvia, miles de fieles completaron en la mañana del domingo los 60 kilómetros de una masiva 43ª edición de la peregrinación juvenil a pie a la Basílica de Luján, que se cerró con la misa central presidida por el Arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli.
"No hay división en la peregrinación a Luján", indicó Poli, al tiempo que hizo un fuerte llamado a la paz, al decir que los argentinos tienen "la necesidad" de vivir sin violencia.
El cardenal instó a "renunciar a todo gesto de violencia, de discriminación, de intolerancia".
"Si hay paz todo se puede construir, y que necesidad tenemos los argentinos de paz", señaló.
Debido a las condiciones climáticas, el arzobispo presidió la misa dentro de la Basílica y no en la Plaza Belgrano como estaba previsto.
La 43ª edición de la peregrinación juvenil a pie a Luján tuvo este año como lema "Madre, enséñanos a construir la paz".
La imagen cabecera de la Virgen salió el mediodía del sábado desde Avenida General y Rivadavia y arribó alrededor poco antes de las 7:00 del domingo a la Basílica.
La peregrinación había comenzado bajo condiciones climáticas ideales para emprender la extensa caminata, con un cielo parcialmente nublado y una temperatura que rondó los 18 grados.
A pesar de que en la madrugada del domingo se desató una fuerte tormenta, donde un diluvio azotó durante unas horas al área metropolitana de Buenos Aires y sus alrededores, la multitudinaria muestra de fe no detuvo su marcha hacia la Basílica de Luján.
"Es increíble, pero cada peregrinación confirmo más que a Luján se llega con el corazón y no solamente con el físico", manifestó un peregrino de nombre Ezequiel.
Otro testimonio fue el de Agustina, quien tras completar el recorrido dijo: "Fueron horas de dolor, pero llegué a Luján a verla a ella. Mojada, pero lo importante es que llegué".
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