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Sociales Domingo 20 de Febrero de 2022

Carta abierta al Profesor Frana

Agrandar imagen DOCUMENTO. El libro que refleja la historia del Centro de Educación Física.
DOCUMENTO. El libro que refleja la historia del Centro de Educación Física.
REDACCION

Por REDACCION

Querido profe Oscar.

Utilizo este canal de comunicación para dejarle un mensaje apelando al privilegio que me otorga haber sido su alumno y en nombre de cientos (o miles) de jóvenes que alguna vez tuvieron oportunidad de tenerlo como docente.

Por contar con acceso a un medio y porque me siento testigo de su obra es que asumo esta representación.

Hace un tiempo me contó la idea de un proyecto que tenía: escribir la historia del Centro de Educación Física Nº 53, aunque para muchos de nosotros aún está en el corazón y en la memoria la antigua denominación, el Centro 14, ese, el del Parque Balneario.

El trabajo fue arduo y merced al esfuerzo de las profesoras Jessica Montenegro, Verónica Rivadero y María Eugenia Zaragozi, La “Historia del Centro de Educación Física Nº 53” – Su origen, desarrollo y legado en la sociedad rafaelina)- es una realidad, tan tangible como el papel que ahora ve la luz, como su propia historia, parte importante de nuestra memoria.

La publicación es un compendio de las actividades escolares, los grupos, las iniciativas, los Líderes, los campamentos y todo un bagaje de hechos que trascendieron el medio siglo. Las menciones son interminables, pero necesarias, porque no solo formaron parte de esta “Historia..” los que están citados sino muchos otros que alguna vez pasaron por ese lugar.

Usted, profesor Frana es la síntesis de este trabajo noble, docente y lleno de sentimientos de todo tipo, porque habrá quien no guarde los mismos sentires que uno mismo, y tiene su derecho respecto a ese tiempo, pero privilegio lo personal en este caso.

El querido Parque Balneario nos acogió a todos. Como suelo decir, sin temor al hartazgo que provoque mis palabras: llegamos siendo niños y nos fuimos hombres y mujeres.

El año pasado, cuando se presentó este trabajo – aún en edición digital- compartimos un gran momento en el Instituto del Profesorado, la casa de quienes son las docentes responsables junto a Ud. de la obra, pero también su casa, porque allí también dejó su huella como docente.

Ahora, con este 2022 en pleno desarrollo, saliendo de esta locura que fue la pandemia quiero referir un hecho muy personal, muy simbólico. Fui a su casa a buscar un ejemplar y le llevé uno de mis libros.

Nos quedamos charlando bajo la sombra de un árbol de su patio y sentí que era el alumno que rendía tributo a su maestro, el mismo que me dio clases hace más de cincuenta años en mi amada escuela Belgrano, el mismo que nos llevaba a jugar al fútbol, o al handball con otros escuelas, el mismo que nos sacaba fotos de equipo con su “Kodak” (Fiesta), el que nos retaba, el que enseñaba la virtud del juego por encima de la pasión de la competencia, a ser honestos con nosotros mismos, el mismo hombre que estaba sentado frente a mí, medio siglo después. Siempre con las ganas de seguir haciendo.

Guardé una foto. Es el equipo de handball de la “Belgrano”, en un intercolegial disputado en la vieja cancha al aire libre de Independiente. Las caritas llenas de infancia, rebosantes de emoción porque nos sacaban una foto, felices porque estábamos allí y afortunados por el docente que nos guiaba, aunque esto lo sabría más tarde, cuando los años me dieron la madurez necesaria para definirlo. Esa foto estará en la contratapa de mi próximo libro en su homenaje.

Gracias, Profe. (En nombre de tantos).

 Edgardo Peretti (Tronco)

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