Tenía 33 años de edad, quien se presentó en una Comisaría de la zona Sur del Gran Buenos Aires, y denunció que había violado reiteradamente a su hijastra de 15 años, y no fue detenido.
Horas después, apareció muerto de un balazo en la cabeza, por lo que se investiga lo sucedido.
La menor quedó embarazada, y quien la ultrajó sexualmente fue hallado sin vida en un predio cercano a un arroyo, exhibiendo un impacto de bala en el cráneo, y no hallándose arma alguna en el lugar que pudiera hacer presumir un suicidio.
Lo que sí hallaron los investigadores, fueron varias vainas calibre 9 milímetros, y en primera instancia se desconocía si estaban ligadas a lo antes narrado.
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