Por Rubén A. Armando
En un comercio ubicado en la calle Arenales al 500 se contabilizó un robo, en este caso cuando la propietaria había dejado el recinto por unos minutos, para dirigirse a la parte trasera del inmueble.
Ante la Policía, la damnificada denunció la sustracción de su teléfono celular, y la suma de 80.000 pesos.
El aparato de comunicación estaba sobre el mostrador, y el dinero en la caja registradora.
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