Tenía 10 años de edad, junto a otros niños jugaba en la cocina de la vivienda de una vecina, y terminó muerto de un disparo en la cabeza.
Sucedió en San Miguel de Tucumán, y fueron detenidos dos individuos en un marco investigativo en el que no se descartaba hipótesis alguna, sobre cuál fue la causa que provocó el homicidio.
Se supo que el nene había ido a la casa de una vecina, en el barrio 130 Viviendas, para jugar con amigos, y que de pronto recibió un balazo por el cual en el Hospital de Avellaneda le efectuaron una tomografía y fue intubado.
Sin embargo, debido a la gravedad de la lesión fue derivado al Hospital de Niño Jesús, ubicado con síntomas de muerte cerebral, un orificio de entrada y salida, y pérdida de masa encefálica.
Allí estuvo algunas horas, hasta que se confirmó plenamente la muerte.
La Policía realizó pericias y se incautaron elementos de interés para lo investigado, en tanto se habló sobre una presunta mala manipulación de un arma, en un contexto en el que se arrestó a un tal "Ojeroso", de 19 años, que vive al frente del domicilio donde ocurrió el trágico suceso, y que habría ingresado a la finca efectuando dos disparos, uno de los cual produjo lo antes narrado.
Finalmente, también fue detenido un individuo de 34 años de edad, y se secuestraron dos vainas servidas, cuatro teléfonos celulares, fragmentos de proyectiles, y marihuana.