Se llamaba Sonia Viviana Marinángeli, tenía 66 años de edad, vivía en la bonaerense población de Villa Ballester, y fue hallada muerta en su vivienda, tras recibir 10 puñaladas.
Resultó autor del matricidio, uno de sus hijos que padece severas alteraciones psiquiátricas, y que posterior a huir de la escena del crimen fue detenido por la Policía.
Una hija de la víctima, de 42 años, dio a conocer que había arribado a la casa de Sonia Viviana Marinángeli, y la encontró sin vida en el dormitorio que ocupaba la jubilada.
Con el correr de las horas, se determinó que otro hijo, de 43 años, había sido autor de lo antes descripto, habiendo vivido junto a la víctima y siendo un paciente psiquiátrico.
Al respecto, se conoció que había estado alojado en una clínica, que abandonó hace unos ocho meses, dejando de lado la terapia y la ingesta de medicamentos.
Judicialmente, se trabaja en una causa por el delito de homicidio agravado por el vínculo.