Por Rubén Armando
Ante autoridad de la Seccional 1ª, una joven de 23 años de edad, denunció que se hallaba trabajando en un Kiosco sito en la calle 9 de Julio al 100, y que en un momento ingresaron dos mujeres no conocidas.
La exponente, las describió en cuanto a características físicas, y agregó que una la había tomado de los cabellos y empujado contra el mostrador, en tanto la restante la agredió a golpes de puños y patadas, estando caída en el piso.
Seguidamente, le quitaron el teléfono celular y la llave de encendido del motor de su moto, y los arrojaron a la calle, siéndoles devueltos por un ciudadano que pasaba por el lugar.
Así las cosas, las agresoras se retiraron, en tanto la víctima solicitó no accionar penalmente contra quienes la agredieron.
Por otra parte, comentó que había tenido problemas con una hermana de 16 años, quien le dijo que algo le iba a pasar, por lo que sospechaba de que lo sucedido guardaría relación con esas palabra.
En definitiva, se constató que no faltaba elemento alguno del comercio de referencia.
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