Un individuo que trabaja en un instituto privado de la capital santiagueña, fue detenido por la Policía, y negó las acusaciones de abuso sexual a una mujer de 30 años de edad, con retraso madurativo y parálisis cerebral, tras acostarla en una camilla.
Según se conoció, el enfermero le bajó el pantalón y la ropa interior, en una acción delictiva caratulada como abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la guarda.
La joven había arribado a dicho lugar por dolencias y cierto malestar, y el incalificable sujeto la sometió a manoseos, instancia que fue contada por la víctima a una docente del instituto, quien no le creyó.
En consecuencia, sus familiares acudieron a la Justicia, que entre otras cosas dispuso un allanamiento y detención, que se cumplieron a los fines pertinentes.