Por Redacción
Por Adrián Ventura
Dos pasos para adelante, un paso para atrás. Javier Milei tiene un norte claro. Sabe adónde quiere ir, pero está aprendiendo que el camino no es siempre lineal.
Esta semana, el Presidente anunció la baja de 70.000 contratos en el Estado. A las pocas horas, el Gobierno aclaró que eran 15.000. ATE siguió desinflando el número (hasta 10.000) y ahora lo desafía con un paro salvaje. El libertario también aseguró que se reducirían los subsidios a la luz y gas, pero ahora evalúa posponerlos hasta julio para evitar el impacto en el índice de inflación. Dice que lucha contra la casta, pero ANSeS premió al funcionario que había avalado los polémicos contratos de seguros de Alberto Fernández, ascendiéndolo al cargo de secretario Legal y Técnico.
La Casa Rosada trabaja con blancos y negros, pero hay aspectos grises. Milei tiene la sana intención de suprimir a los “ñoquis” y reducir el gasto público para mantener el déficit cero. La realidad lo obliga a recalcular: una cosa es tener ideas claras y decisión política, algo que a Milei le sobra. Otra, bien distinta, es poder ejecutarlas y hacerlo correctamente.
Nadie puede estar en desacuerdo con la decisión de sacar a los ñoquis del Estado. Pero los trabajadores improductivos no se encuentran solo entre los contratados más nuevos, que ingresaron en 2023, sino también entre aquellos que llevan décadas. Algunos, mañosos, hace 6 u 8 años que no pisan sus ministerios y nadie piensa en despedirlos porque tienen protección política. Echar empleados del Estado requiere ser justo y también hacer la desvinculación correctamente, porque sino la Justicia puede terminar reinstalándolos en sus puestos de trabajo.
La semana próxima, Milei enfrentará otro desafío complejo. El ministro del Interior, Guillermo Francos, tiene que cerrar la negociación con los gobernadores sobre la nueva Ley Bases. Los mandatarios provinciales creen que el libertario “aprendió a negociar” y desean cerrar un acuerdo. Pero siguen teniendo dudas respecto de dos temas: uno es el restablecimiento del impuesto a las Ganancias, que es impopular y puede profundizar la recesión. El otro es el reclamo de fondos para obra pública. Por eso, como anticipó TN, los mandatarios patagónicos y los del Norte Grande -16 en total- están redactando su propio Pacto de Mayo, que contiene diez puntos que apoyan al Gobierno nacional, pero también le recuerdan que la Argentina es un país federal y que las provincias tienen peso propio.
En medio de esta negociación, el Presidente eliminó definitivamente el fondo de incentivo docente (FONID). Lo hizo por DNU, después de 25 años de vigencia ininterrumpida. El FONID aportaba un monto adicional al salario docente en todas las provincias, representando en promedio aproximadamente un 10% del salario de bolsillo para más de 1,6 millones de trabajadores de la educación en el sistema educativo formal, desde el nivel inicial hasta el nivel terciario no universitario.
Se puede prever, por lo tanto, que la medida eleve la tensión con los mandatarios provinciales, cada vez más asfixiados en lo financiero. No solo eso: Milei eliminó (también por decreto) los giros que la ANSeS le realiza a 13 cajas de jubilaciones provinciales no transferidas.
La decisión derivará en nuevas presentaciones judiciales: ya hay distritos que en otras oportunidades llegaron a la Corte Suprema. Las partidas para las cajas no transferidas están previstas por presupuesto nacional desde el gobierno a provincias de distintos signos políticos: Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Santa Fe, Tierra del Fuego y Corrientes. (Fuente TN.com)
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