Por Darío H. Schueri
(Desde Santa Fe).- En esta columna anticipamos que después de las reformas en el Poder Judicial, conocidas como “cambios en la Corte”, Maximiliano Pullaro iría por la heroica: conseguir la Ley que permita reforma la Constitución de la Provincia de Santa Fe. Y está a unos días de lograrlo. U olvidarse para siempre; formando parte así de la lista de quienes lo intentaron vanamente.
Para que el gobierno de Maximiliano Pullaro pueda lograr la hazaña de obtener la Ley de Necesidad de la reforma constitucional, este lunes el Buró de Unidos que se reunirá en Rosario deberá consensuar el texto a presentar el jueves en la Cámara de Diputados, y salir a conseguir los preciados seis votos que le permitan alcanzar los dos tercios que la propia Constitución ordena para sancionar una Ley que la modifique: el mágico número de 34 manos alzadas para ampliar los 28 diputados que tiene el oficialismo (la Presidenta socialista de la Cámara Clara García bajaría a votar) a los que habría que agregarle el voto de Juan José Piedrabuena, que si bien ingresó por el PJ prácticamente compone un interbloque con Unidos.
Dentro de los 22 (o 21) diputados opositores donde habrá que ir a pescar esa media docena de voluntades, solo se contabilizarían como decididamente en contra los siete diputados del bloque de Amalia Granata, sumado al del peronista Miguel Rabbia, ahora cuasi legislador de interbloque con la representante Somos Vida.
Los tres legisladores del Frente Amplio por la Soberanía (Claudia Balague, Fabián Palo Oliver y Carlos del Frade) constituyen una incógnita, de la misma manera que los unipersonales Juan Argañaraz y Natalia Armas.
Mientras tanto el difuminado peronismo quedará sujeto, como sucediera con la votación de las reformas a la Corte, a las directivas emanadas este lunes del Consejo Ejecutivo del Partido Justicialista (ignoradas por el subbloque de Omar Perotti en el caso de las reformas judiciales).
Pero no todo pasa por el texto de la Ley de Necesidad que le fijaría a los constituyentes los puntos a reformar y/o agregar a la Constitución, sino la manera en que se elegirían los 69 Convencionales reformadores: ¿sería con PASO?. ¿Habría dos boletas, una con 50 convencionales por distrito único (como sucede con la actual elección a diputados) y otra por Departamentos? (como la actual elección a senadores). Y lo novedoso para el sistema electoral santafesino: ¿por sistema proporcional D`Hondt?.
Y desde luego la fecha de la elección de los convencionales constituyentes, para la cual se estaría pergeñando otorgarle al Gobernador una “acción de oro”: dejarle la posibilidad de que la fije a su criterio, que bien podría ser el año que viene conjuntamente con las elecciones de intendentes, concejales y comisiones comunales (también se renuevan diputados nacionales) ó para el 2026, año en que no habrá elecciones.
Granata: ¿La síntesis entre el peronismo y La Libertad Avanza?
En julio comentábamos en esta columna que el peronismo aún no terminaba de ordenarse (menos ahora) y nos preguntábamos qué sector propondría el o los nuevos miembros de la futura integración de la Corte Suprema de Justicia: ¿lo que quede del perottismo?, ¿el kichnerista del Chivo Rossi, y/o Marcos Cleri?, ¿el de Massa?; ¿el de la corriente interna Evita?; ¿acaso el que intenta acercarse al mileismo ó a Amalia Granata?.
Cuatros meses más tarde Amalia Granata se estaría constituyendo en la síntesis del último interrogante, toda vez que corrientes del peronismo (por lo pronto Marcelo Lewandowsky ya comenzó con los aprestos) quieren construir un futuro político junto a la diputada Somos Vida; mientras otros – sin ponerle cara fea a esa posibilidad - enfilaron hacia la jefatura de gabinete de la Nación.
En las últimas horas el portal político Letra P “adelantó lo que aún no estaba en condiciones de ser anticipado”, nos dicen: una conversación (telefónica) entre Javier Milei y Amalia Granata, otrora muy buenos amigos, luego distanciados por cuestiones de “coyuntura” de construcción política (entre otras cosas Amalia no tiene buena relación política con Romina Diez, la diputada nacional de LLA por Santa Fe).
Allegados a Granata señalan que sólo quedó en una amable conversación con chances de continuarla, mientras la propia legisladora ante nuestra consulta no quiso opinar sobre el tema (las negativas también son respuestas para el periodismo).
Si Amalia Granata recompusiera relaciones con Javier Milei con la finalidad de constituir una alianza electoral en Santa Fe, aquellos sectores peronistas que se ofrecen a “poner la estructura” (¿la necesitaría?) y que no les dolería la panza adscribir al libertarismo, estarían matando dos pájaros de un solo tiro.
Todo es posible en el mágico mundo de la política.