Voy a compartir con los lectores el fundamento de mi decisión de incluir algunos temas en mi repertorio.
Distancia, canción milonga de Alberto Cortez
Otra joya del cancionero pampeano, esta canción tiene un significado especial, habla del desarraigo y de esa añoranza de los tiempos idos, los recuerdos de la infancia y ese deseo de volver a su pueblo natal. Yo no sufrí el desarraigo porque nací, crecí y vivo en la misma ciudad, pero lo vivo de alguna manera a través de la historia de mi padre, él vino a los catorce años de su pueblo Caldarola en Italia y siempre está el recuerdo permanente de su pueblo, de su infancia y es tal cual lo describe esta canción. En este tema me acompaña con su voz en los recitados otro gran amigo que me dio el canto que es el escritor tradicionalista Agustín López, su voz se hace parte de la historia porque él también vivió ese desarraigo del pueblo de su infancia en el campo, en Alsina, cuando lo trajeron a la ciudad de Buenos Aires, por eso creo que nadie mejor que él podría haber recitado esos versos.
Canto de nadie, milonga de Alfredo Zitarrosa
Una canción sublime de Alfredo Zitarrosa que escuché por la gran Suma Paz en una de sus presentaciones en vivo y me ocurrió esto de quedar atrapada en lo que cuenta, la milonga, tan frágil, tan pequeña, tan olvidada, tan indefensa, tan ingenua... tan genuina. Ojalá todos los que abrazamos la milonga y el canto surero, tanto aquellos que lo cantamos como aquellos que lo escuchan y lo difunden, no dejemos que se convierta en canto de nadie…
El violín de Becho, milonga de Alfredo Zitarrosa
Esta canción fue parte de mi infancia, en los viajes de vacaciones en los que mi padre nos llevaba a recorrer el país de norte a sur con la casa rodante, que aun conservamos y vamos a Cosquín con ella cada año, en esos largos viajes sonaban los casetes de diferentes referentes del folklore, Alberto Merlo, Los Fronterizos, los Hermanos Cuestas, José Larralde, entre otros, pero había un tema de entre todos estos que a mí me llegaba de una manera especial y esperaba que de la vuelta todo el casete para volver a escucharlo, era Violín de Becho, no entendía la letra, ni de qué se trataba pero había algo mucho más allá de eso que me había cautivado, muchos años después quise cantarla y la grabamos con violines y logré comprender lo que pasaba en la vida de Becho, lo que sufría, que es lo que sucede en la vida de tantos músicos. Por eso es tan especial esta canción, por esa conexión que tuve con ella desde siempre.
Caramba de Otilio Galíndez
Esta canción la escuché en la voz de otra grande, Amalia de la Vega, me pareció de una dulzura única en su melodía. Recuerdo que andaba en busca de un caramba, que es uno de los ritmos tradicionales de la música regional pampeana y aparece el disco de Amalia, no tuve dudas que era éste el que quería cantar y es una de las canciones que más me gusta de todo mi repertorio.
La canción de los horneros, milonga de Romildo Risso y Atahualpa Yupanqui
Con esta milonga me presenté a mi primer concurso de canto en City Bell en el año 1997. Es la simpleza de su melodía la que permite que el mensaje de la letra llegue de manera directa, sin distracciones, sin estridencias, sin adornos. Tan simple que llega directo al alma sin escalas.
Soy de Arbolito, huella de Víctor Abel Giménez
Esta huella es de otro gran compositor, el “Vasco” Víctor Abel Giménez, conocí la historia de Arbolito, un paraje que aún conserva el eucaliptus que le dio su nombre en Coronel Vidal por su autor, él me escribía cartas hechas a máquina donde me contaba sobre diferentes compositores y me iba guiando en los primeros años apenas descubrió que yo cantaba sus canciones y que había comenzado el camino del canto surero y tuve el honor hace unos años de cantarla a pedido de su señora y su familia en el Festival de Coronel Vidal, el día en que homenajearon al querido Vasco, un momento de gran emoción para mi hermano y para mí.
Rincón de López, triunfo de Osvaldo Andino Alvarez y Alberto Merlo
Lo escuché en uno de los discos de Alberto Merlo, nadie cantaba como él las huellas y los triunfos. Recuerdo que un día fuimos a Mar del Plata y fuimos a visitarlo, era solo para dejarle un casete de las canciones que yo venía cantando en algunas radios y salió a recibirnos sin conocernos, nos hizo pasar a tomar mates con facturas y agarró su guitarra y me la dio para que cante y me escuchó atentamente, luego me pidió que cante las canciones que hacía de él y las cantamos a dúo, luego conversamos toda la tarde y me dijo algo que nunca olvidé, me dijo: “Lucía, te vas a dar cuenta que tenés la mitad del camino andado cuando el público empiece a pedirte las canciones en tus actuaciones”, cosa que para mí era algo muy lejano, hasta lo veía imposible, sin embargo con los años tenía tanta razón en eso y en tantas cosas más. Realmente fue una tarde inolvidable, estar cantando con quien yo escuchaba desde chica en grabaciones. Después con los años compartimos muchos escenarios y lindos encuentros pero lo que quiero resaltar con esto es la humildad y generosidad de un grande de nuestro canto popular argentino “el Señor del Sur”.
¿A dónde te irás milonga? de Marcelo Berbel y Roque Martínez
Esta milonga es de las primeras que aprendí, de dos grandes compositores Marcelo Berbel y Roque Martínez. La milonga de nuevo como protagonista, pintando el paisaje del que ella es parte, poniendo la figura del peón golondrina como otro protagonista necesario para su existencia y esa pregunta que nos hacemos, ¿a dónde te irás milonga? cuando ya nadie te cante…
Farol de los gauchos, canción criolla de Eduardo Pereyra y Celedonio Esteban Flores
Esta canción criolla tiene un ritmo particular que hace vibrar con los altibajos de su melodía y a través de su letra, que va contando las vivencias de aquellos tiempos, donde viajaban días y noches con sus carretas y dormían bajo un cielo con estrellas y la luna era el farol de los gauchos en la oscuridad. Recuerdo que la canté por primera vez en el programa “Sembrando con… ciencia” de Roberto Rimoldi Fraga por ATC -hoy Canal 7- en vivo sola con mi guitarra, fue un gran desafío y forma parte de mi primer disco “Huellas del sur”.
*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Lucía Ceresani.
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