Mis recuerdos de los comienzos del Cuarteto Imperial
El Cuarteto Imperial nació en Quimbaya, Quindío, que es donde nací yo, en el sesenta y pico. Papá ya tenía otro conjunto con formato de trío con otros integrantes. En Quimbaya con los hermanos Acosta que los convocó para el grupo cuando eran pibes, y él les enseñó prácticamente todo. Después le habló a Antonio Muñoz Alvarez que tocaba la guacharaca en ese tiempo. El cuarteto hacía música típica colombiana, como si fuera la zamba, la chacarera en Argentina, y empezó a meterle la onda del acordeón. El acordeón se lo regaló un hombre que se llama Arnoldo Arcella, no sé si vive porque hace muchísimos años de esto. Y aprendió a tocar, pero el Midas de mi papá fue el acordeón. Papá tocaba el requinto también, como el que tocan Los Panchos, para el que no sabe es la guitarrita que es afinada tres tonos arriba. Y grabó en Colombia el tema “La palmadita” que es un vals y fue un golazo que sonaba en todos lados. A partir de ese éxito papá tenía la visión de venirse, hacer una gira por Sudamérica, llegar a Argentina, y la idea era seguir por España. Vino y en ese lapso llegó a Bolivia y ahí fue donde compuso “Río Mamoré”, “Trinidad”, “El Beni”, un tema que se llama “Bolivia hacia el mar” que lo pusieron de cántico en todos los colegios por el tema de la salida al mar de Bolivia. Y decidió venir a Argentina y acá fue que grabó, el ya tenía un contrato pero no lo quisieron. En ese tiempo habían empezado Los Wawancó y no querían competencia. Entonces se presentó a la CBS, le tomaron una prueba, le propusieron grabar un simple, porque el acordeón en esa época era mala palabra. Grabó con ese estilo “Cumbia sobre el mar” y del otro lado “El perico”. Lo sacaron al mercado porque les gustó mucho en la compañía. A la semana que lo sacó la CBS lo vendió como pan. Inmediatamente hizo el larga duración. Otro, y otro más. Disco de oro, de platino, fue recibiendo todos los premios que otorgan las compañías discográficas. De ese tiempo para acá se cambiaron los integrantes en varias oportunidades. Cuando terminó el contrato de los Acosta y de Antonio Muñoz, salieron del conjunto, y quedó mi papá solamente. Ellos pensaron que podían hacer algo por su cuenta, pero papá ya había ido a Colombia y habló con los hermanos Rojas y Jorge Caro Fernández que era otro colombiano con quienes armó el cuarteto de nuevo. Porque papá siempre fue el dueño y el creador del cuarteto, hacedor del estilo, el acordeonista, el arreglista, el autor y compositor de los éxitos. Todo. Y estos muchachos creyeron que iban a hacer algo. Te estoy mostrando en mis manos diez dedos. Si me dices un éxito de ellos -no del Cuarteto Imperial, de los Acosta con Antonio solos- después de que salieron del cuarteto, un tema, un solo tema, me voy de rodillas de acá a la Patagonia. Ellos pensaron que eran el éxito del Cuarteto Imperial y quedó demostrado, el Cuarteto Imperial ya tiene cincuenta y cuatro años. Y siguió haciendo éxitos, como “488 kilómetros”, “777 días”, “La fiesta de Blas”, “Eva María”, “Hagan el pasito” que me acuerdo en “Feliz domingo” con Marconi, un programa tremendo número uno de este país, con rating impresionante. Aunque con los cambios en sus integrantes el cuarteto siguió funcionando siempre con el estilo del Cuarteto Imperial creado por Helí Toro Alvarez que es mi padre como siempre lo digo, y gracias a Dios aceptado por el público porque es un estilo único. Porque ni en Colombia tocan de la manera en la que acompaña mi papá el acordeón. Es un estilo de él.
Hasta cuándo estuvo Helí en Argentina
Hace como veinte años. A Argentina lo ama, de pronto le dio la nostalgia y decidió irse a Colombia. Yo me quise quedar. Allá armó su grupo y yo lo tengo acá. Por supuesto amén de ser el hijo de él, con autorización y poder ante escribano público como corresponde a una marca registrada y seguí con el Cuarteto Imperial, gracias a Dios que la gente nos ha aceptado desde ese tiempo para acá. Ahora estoy con tres muchachos que son músicos tremendos como Juan Manuel “Popy” Beltrán que es el acordeonista y pianista, “Lalo” Delgado que está en güiro y voz, muy buena voz, y a un uruguayo que se llama “Yeye” López, y quien te habla Freddy Toro que toco el bajo y soy arreglista y director. Llevamos el grupo a muchos escenarios de Argentina y otras partes. Tuve el gusto de estar en España en varias oportunidades, en Australia, en Estados Unidos en muchos lugares como Miami, Los Angeles, Texas, Laredo, Dallas, donde no había estado mi papá.
El mensaje del maestro Don Helí Toro Alvarez
La tecnología actual permitió que el mentor del conjunto, radicado actualmente en la colombiana localidad de Dosquebradas, departamento de Risaralda, nos hiciera llegar un video para dejar sus palabras en esta edición y así estar presente en el reconocimiento a su trabajo. Aquí reproducimos lo que nos dijo.
“Les habla Helí Toro Alvarez, el director y creador del original Cuarteto Imperial. Un saludo muy cordial para Raúl Vigini, y le manifiesto que el Cuartero Imperial me ha traído grandes satisfacciones. Desde muy pequeño estudié en el conservatorio de la ciudad de Manizales, Caldas, Colombia, y luego me dio por formar un trío que se llamó Trío Imperial. Cuando pensé salir del país integré una persona más y nació el Cuarteto Imperial. Una gran satisfacción saludarlo, que Dios los bendiga y un saludo para el pueblo argentino.”
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