Por Raúl Vigini
El circo se arma… en realidad ya viene armado porque es una tradición de familia… Lo que hago es tener una tradición de familia. A veces todo el mundo viene a buscar las cosas del circo y todavía trato de que sea el circo antiguo. Moderno a la vez, pero que sea antiguo. Donde uno venga y se sienta como con su familia.
El circo no tiene edad, de uno a cien años vienen a disfrutar del circo. Siempre digo que hay tres clases de empresarios: el que le gusta el dinero, el que lo hace para comer y el que como yo que lo hago por amor. Amo el circo, ésa es la diferencia que hay. El que ve el espectáculo se da cuenta de lo que te estoy comentando. Hay que amar el circo, porque es un espectáculo para reunir a la familia. Que después fue muy manoseado con el tema de los animales. De poner los animales en el circo y echar a los artistas.
Eso fue muy doloroso para nosotros porque nos empezamos a quedar sin trabajo porque el dueño del circo esperaba no pagarte el fin de semana, no te tenía que dar luz, no te tenía que dar agua, y el animal con dos latigazos estaba trabajando en la pista.
Hablo como trapecista y acróbata que en muchos circos no me daban trabajo porque lo tenían lleno de animales y la gente lo consumía porque a la gente le gustaba el animal en el espectáculo. Después se fue modernizando. Armar un circo es difícil si no sos de circo. Montar no solamente el espectáculo, sino el traslado de la carpa, el clavar las estacas, el armado de los caños. Es como una fabrica pero hecha con amor. Donde el dueño y los encargados están arriba, y no en la oficina dando órdenes. Al circo nosotros lo trasladamos, nosotros lo armamos, y nosotros trabajamos en la función, eso es lo lindo. Mi hijo me sugiere que muchas cosas las hagan los empleados y yo le explico que tenemos que hacer las cosas nosotros, viajar los camiones, armar. Y no para ahorrar dinero sino porque a mí me gusta y es lo que me enseñaron mis padres, mis abuelos.
Vengo de familia de circo, soy nacido y criado en el circo. Toda mi vida me he dedicado a esto. Solo un tiempo estuve fuera del circo cuando me fui a trabajar con Carlos Villagrán, que es Quico de la vecindad de El Chavo. Trabajando con él era todo lindo económicamente pero espiritualmente como persona tenía mi familia separada: mi hijo trabajando en Alemania, mi hija en otro espectáculo, mi señora en Uruguay. Poner el Circo Luxor fue una opción de poder tener a mis hijos y a mi familia junto, entonces lo disfruto mucho el día a día. Y después está la parte de los artistas.
Cuando uno va trabajando en los circos de empleado, siempre va conociendo familias y familias y familias, y después uno elige quién querés que esté en tu circo. Porque fuera de lo que hace dentro del espectáculo que sea un artista de primer nivel, que sea familia. Que su familia se junte con mi familia y seamos una familia de circo viajando de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad y respetando la gente que es aquél que paga la entrada y te lleva a seguir sosteniendo el circo.
Cómo se logra la convivencia en el circo con gente que viene de distintos lugares
Ese tema lo llevo bastante bien adelante. Siempre le explico a la gente que esto es un barrio y existe la vieja chusma, el que le gusta la joda, el que le gusta tomarse una cerveza, solamente que trato de elegir a las mejores personas y son las que conozco desde hace muchísimos años. Porque trabajando en el Rodas, en Brasil en muchos lugares, viajé mucho, y la gente que tengo es la que quería. El último que traje es el payaso, cuyo papá era el enanito Petaco, que trabajaba en el Circo de Osvaldo Terry.
Estando en Uruguay me encontré con él que trabajaba en el Circo Portugal y le ofrecí trabajar conmigo, su familia la tenía en Brasil y su papá había fallecido. Fuera del payaso que es en el circo veo el tema familiar en él. Eso es lo que me gusta, soy muy familiero. Si hay un problema busco a la persona y se lo digo. Porque me gusta dormir tranquilo y estar tranquilo con mi familia. He trabajado en muchos circos grandes donde siempre están esos problemas y el dueño los deja pasar pero un gusanito te pudre la manzana. Todos los de mi familia estamos observando el circo permanentemente. Trato de no hacer lo que a mí no me gustaba de los circos en los que trabajé como empleado. Para que esto funcione.
El circo es riesgo. Cuál es el límite en la salud de cada uno que hace su trabajo artístico
Soy el presentador del circo, su locutor. Ya hice trapecio, hice acrobacia, me subí en el péndulo, anduve en la moto del Globo de la Muerte, hice de todo. Cuando hay algo de riesgo no lo hago, porque el ver al artista cuando no lo está haciendo tranquilo no me gusta. Como soy nacido y criado en el circo lo veo antes. Hay muchos números de circo que no los hago en el mío. En el Globo de la Muerte las motos siempre hacían ruido, acá no, porque los chicos se tapan los oídos, no lo disfrutan, le rompés los oídos a la gente. El efecto es ver que es un riesgo, que están andando adentro del Globo de la Muerte, pero que no la están haciendo pasar mal a la gente.
En el número de trapecio hay varios números de altura pero lo hacen con cintos de seguridad, tratando de que la gente vea el espectáculo y lo disfrute, no que sea una sensación tensa. No me gustan los lanzafuegos y los lanzadores de puñales porque los niños ven y pueden imitarlos.
Cómo se determina cuando alguien no se siente saludable para hacer su rutina
Viene, me lo dice y no trabaja. Saco ese número y lo reemplazo por otro porque los voy rotando para que no sea tan extenso el espectáculo. Trabajé en circos enfermo, con gripe, y era obligado a subirme al trapecio. O dos funciones todos los días, domingos tres o cuatro, y llega un momento en el que ya no te dan más los brazos y las piernas. En el nuestro hacemos una función el viernes, dos el sábado y dos el domingo porque el artista en la tercera función del día ya no tiene ganas de trabajar. Y el resto de la semana descansamos. Soy un empleado de circo que he logrado mi sueño, tener mi circo y tener a mi familia junto conmigo.
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