Por REDACCION
MONTEVIDEO, 20 (AFP-NA). - La sucesión del presidente
uruguayo José Mujica, dueño de una fuerte popularidad local y
global, entra en la recta final con un desenlace incierto que
puede llevar a la izquierda gobernante a perder la mayoría
parlamentaria y hasta el gobierno.
A una semana de los comicios, el expresidente Tabaré Vázquez
(2005-2010), candidato del oficialista Frente Amplio (FA), lidera
todas las encuestas con una intención de voto en torno al 42%.
Pero la campaña de este oncólogo de 74 años, primer
izquierdista en ocupar el sillón presidencial en Uruguay, se topó
con el fulgurante ascenso del candidato del Partido Nacional (PN,
centroderecha), Luis Lacalle Pou.
Más de 30 años menor que Vázquez, Lacalle Pou suma una
intención de voto en torno al 30% y ha convertido la elección en
altamente competitiva e impredecible, según analistas.
Daniel Chasquetti, Doctor en Ciencia Política, sostiene que la
crisis financiera de 2002 dejó a los uruguayos divididos en un
bloque de centroizquierda con un piso de 40% y otro de
centroderecha con otro 40%.
En 2004 la izquierda ganó la elección "porque los partidos
tradicionales tenían la carga de la crisis (financiera de 2002) y
ser indicados como los responsables. Y en 2009 porque Vázquez (que
dejaba el poder) era muy prestigioso y porque Mujica representaba
una novedad", explicó a la AFP.
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