Por REDACCION
DAMASCO, 26 (AFP-NA). - Siria aceptó que los inspectores
de la ONU comiencen a investigar este lunes el presunto uso de armas
químicas cerca de Damasco, en momentos en que la comunidad
internacional acentúa su presión sobre el régimen de Bashar al
Asad, sopesando una eventual acción militar.
Frente a la amenaza de una intervención militar, Rusia, aliada
del régimen de Bashar al Asad, pidió este domingo a Washington que
evite un "error trágico" y advirtió a los occidentales de la
posibilidad de que se repita "la aventura" de Irak.
Un responsable estadounidense había señalado previamente que
existen "muy pocas dudas" sobre el uso de armas químicas en Siria,
un hecho que durante mucho tiempo Washington estableció como
"línea roja".
La ONU confirmó que sus expertos acudirán el lunes a los
lugares cercanos a Damasco donde se produjo el ataque del 21 de
agosto y en el que la oposición siria acusa al régimen de haber
utilizado armas químicas para matar a cientos de civiles.
Al mismo tiempo, se sucedían los contactos internacionales al
más alto nivel para preparar una "respuesta seria" contra Damasco
y Washington y Londres valoraron incluso las opciones militares.
PEDIDO DEL PAPA
El papa Francisco
llamó este domingo a hacer "callar el ruido de las armas" en Siria
al denunciar una "multiplicación de matanzas y atrocidades" y
solicitó a la "comunidad internacional hallar una solución".
"No es el enfrentamiento lo que ofrece perspectivas de
esperanza para resolver los problemas sino la capacidad para
reunirse y dialogar", agregó el papa tras la oración dominical del Angelus.
"Lanzo un llamamiento a la comunidad internacional para que se
muestre más sensible ante esta trágica situación y se comprometa
al máximo para ayudar a la querida nación siria a hallar una
solución a una guerra que siembra muerte y destrucción", indicó el
papa en su "llamado para Siria".
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