Por Redacción
DAMASCO, 9 (AFP-NA). - El régimen del presidente sirio
Bashar al Asad anunció ayer que no retirará sus tropas de
las ciudades hasta que no disponga de "garantías escritas" por
parte de la oposición, cuando faltan dos días para la fecha límite
fijada por la ONU.
Kofi Annan, emisario especial de la ONU y de la Liga Arabe
sobre Siria, reaccionó declarándose "horrorizado por las recientes
informaciones sobre un aumento de la violencia y las atrocidades
en varias ciudades y pueblos de Siria" y pidió de nuevo en un
comunicado al gobierno sirio que cumpla con sus compromisos.
La violencia se intensificó en los últimos días a través del
país, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos
(OSDH), que el sábado informó de la muerte de al menos 128
personas, 86 de ellas civiles.
El domingo, las fuerzas de seguridad seguían atacando bastiones
rebeldes y luchando contra los desertores, efectuando operaciones
en las provincias de Damasco, Idleb (noroeste), Alepo (norte),
Deir Ezzor (este), Deraa (sur) Homs y Hama (centro), según el
OSDH.
El Observatorio indicó que murieron al menos 51 personas y
que unas 200 fueron arrestadas en los allanamientos efectuados en
diversos puntos del país.
"Decir que Siria va a retirar sus fuerzas (armadas) de las
ciudades el 10 de abril es inexacto, (el emisario internacional)
Kofi Annan no ha presentado aún garantías escritas de que los
grupos terroristas armados vayan a detener cualquier forma de
violencia", afirma el ministerio sirio de Relaciones Exteriores en
un comunicado.
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