Por Redacción
LONDRES, 1 (AFP-NA). - Los maestros británicos secundaron masivamente ayer la huelga convocada en el sector público en rechazo a la reforma de las pensiones prevista por el gobierno de David Cameron, que también afectó en menor medida a hospitales y otros servicios municipales.
Más de tres de cada cuatro escuelas públicas (76%) resultaron afectadas por la huelga, según estimaciones gubernamentales, y muchas de ellas ni siquiera abrieron sus puertas, lo que obligó a muchos ciudadanos a quedarse en casa para cuidar de sus hijos.
El mayor sindicato de trabajadores del sector público, Unison, estimó a media tarde la participación en "unos dos millones", mientras que el gobierno se limitó a decir que 135.000 -o un poco más del 25%- de los funcionarios (término que en el Reino Unido engloba sólo a los trabajadores de las administraciones públicas) habían faltado a sus puestos de trabajo.
Los huelguistas instalaron piquetes informativos desde primera hora de la mañana frente a numerosos edificios públicos, especialmente hospitales, muchos de los cuales atendían sólo las urgencias, pero también juzgados, museos, oficinas municipales, museos e incluso el venerable parlamento británico.
El caos anticipado en las zonas de control de pasaportes de los grandes aeropuertos internacionales de Londres, sin embargo, no se materializó.
"Debido a los eficaces planes de contingencia implementados con las aerolíneas y la Agencia Fronteriza británica, las colas de inmigración registran actualmente niveles normales", declaró Colin Matthews, consejero delegado de BAA, el operador del aeropuerto de Heathrow.
BAA, que vaticinó inicialmente hasta 12 horas de cola en el control de pasaportes, pidió a las aerolíneas que redujeran en hasta "50%" el número de pasajeros de sus vuelos con destino a Londres, y el gobierno reclutó voluntarios entre sus funcionarios para cubrir las vacantes.
Un portavoz había dicho previamente que dos tercios de los agentes de inmigración acudieron a trabajar ayer.
Algunos pasajeros señalaron que la situación era incluso más fluida que otros días. "He volado a esta terminal siete veces anteriormente y hoy ha sido mejor que habitualmente", dijo Debbie Arnell, una inglesa que volvía de unas vacaciones en Filadelfia.
"Hasta repartían fruta y agua gratuitamente", agregó. En una comparecencia en el parlamento, Cameron calificó la huelga anunciada como "histórica" por los sindicatos de "petardo mojado".
Los trabajadores del sector público rechazan la reforma del sistema de pensiones prevista dentro del plan de ajuste gubernamental que les obligaría a trabajar más -hasta los 66 años en 2020, contra 60 ahora para la mayoría- y a pagar más contribuciones para al final cobrar menos, porque el monto de la pensión se calcularía a partir del promedio de todos los años trabajados y no del último salario como actualmente.
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