Por REDACCION
DARMSTADT, ALEMANIA, 13 (AFP-NA). - El robot Philae
de la sonda espacial europea Rosetta se posó este miércoles sobre
un cometa a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra, un
hito sin precedentes en la historia de la conquista espacial.
"Philae nos está hablando, está posado en la superficie" del
cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, anunció en una explosión de
júbilo Andrea Accomazzo, director de vuelo de la Agencia Espacial
Europea (ESA) desde el centro de operaciones en Darmstadt, Alemania.
Desde el 6 de agosto y tras más de 10 años de viaje
interplanetario, la sonda no tripulada europea Rosetta se desplaza
a escasas decenas de kilómetros del cometa, acompañándolo en su
desplazamiento a medida que se aproxima al Sol.
El módulo Philae cuyo "aterrizaje" exitoso desencadenó una
salva de aplausos en el centro espacial, permitirá explorar
directamente el núcleo del cometa, es decir la parte sólida que
por el efecto de la radiación solar genera la "coma" o cabellera y
deja una cola visible de gases y polvo.
"Es un gran paso para la civilización humana", dijo Jacques
Dordain, director general del programa espacial europeo. "Somos
los primeros que lo logramos -dijo- y eso quedará para siempre".
A la velocidad de la luz, los datos enviados a la Tierra
mediante señal de radio demoran 28 minutos y 20 segundos en llegar
al centro de operaciones de Darmstadt.
El cometa se encuentra actualmente viajando entre las órbitas
de Júpiter y de Marte. Mide unos cuatro kilómetros de diámetro,
con una forma irregular con dos núcleos. A causa de su tamaño reducido, el cometa apenas genera fuerza
de gravedad, por lo que fue suficiente un leve impulso mecánico
desde la sonda Rosetta para lanzar la operación de aproximación de
Philae: siete horas de lenta caída libre que alcanzó la velocidad
de un metro por segundo (3,5 km/h) en el momento del impacto.
Repleto de instrumentos de observación, Philae carece de
sistema de desplazamiento autónomo, tiene el tamaño aproximado de
una heladera y pesa unos 100 kilos.
La superficie del cometa está cubierta de polvo, su temperatura
es de unos 70º C bajo cero y a pesar del "aterrizaje" exitoso nada
garantiza la ausencia de imprevistos.
El lugar en la superficie del cuerpo celeste escogido para
posar al módulo fue bautizado Agilkia, nombre que hace referencia
al Antiguo Egipto, al igual que Philae, la isla del Nilo donde
estaban los jeroglíficos que permitieron descifrar la piedra de
Rosetta.
Para evitar que rebotase sobre la superficie del cometa, Philae
estaba dotado de un sistema de arpones en las patas, destinados a
asegurar su amarre inmediato.
SEMBRANDO VIDA
ENTRE LOS PLANETAS
El contacto en el espacio se produjo tras 6.400 millones de
kilómetros de recorrido interplanetario que costó 1.300 millones
de euros.
El viaje espacial iniciado en marzo de 2004 empezó con la sonda
sobrevolando varias veces Marte y la Tierra para tomar impulso
utilizando la fuerza gravitacional de los planetas y así ganar
velocidad.
Luego tuvo un período de hibernación que le permitió ahorrar
energía, antes de ser "despertada" nuevamente desde la Tierra al
aproximarse a su meta.
Los cometas son agregados de polvo y hielo primordial,
escombros restantes del proceso de formación del Sistema Solar
ocurrido hace 4.600 millones de años.
Por eso Philae intentará analizar directamente con sus
instrumentos esta "bola de nieve sucia" y descifrar las claves
para comprender cómo los planetas se formaron alrededor del Sol.
Una de las teorías es que los cometas, al interactuar con la
Tierra, ayudaron a sembrar la vida en ella, al traerle agua y
moléculas orgánicas.
Si todo sale bien, Rosetta y su robot seguirán enviando
información cuando el cometa esté en el punto de su trayectoria
más cercano al Sol, en agosto de 2015.
Luego se anticipa que bajo el efecto del polvo y las
proyecciones deje de escrutar los secretos del cuerpo celeste y se
de por finalizada la misión.
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