Por Redacción
SIRTE, 21 (AFP-NA). - El coronel Muamar Kadhafi resultó muerto durante la batalla de Sirte, su ciudad natal y último reducto de sus fuerzas, anunciaron las nuevas autoridades libias, que se aprestan a proclamar formalmente la "liberación del país" norafricano, tras ocho meses de un sangriento conflicto.
"Le anunciamos al mundo que Kadhafi murió a manos de los revolucionarios", dijo el portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT), Abdel Hafez Ghoga, en la ciudad que lideró la insurrección, Bengasi. "Es un momento histórico, es el fin de la tiranía y de la dictadura. Kadhafi cumplió su destino", agregó.
Ghoga indicó que la muerte de Kadhafi fue "confirmada por nuestros comandantes en el terreno, en Sirte, los que lo capturaron después de que resultara herido en la batalla".
El CNT "proclamará en breve la liberación del país y dará detalles sobre la muerte de Kadhafi", dijo el jefe ejecutivo de ese organismo, Mahmud Jibril. "Felicito al pueblo libio por esta jornada histórica y lo llamo en esta ocasión a dejar de lado los rencores y a proclamar con una sola voz Libia, Libia, Libia", agregó.
Mientras miles de libios salieron a las calles de Bengasi, Misrata y Trípoli para festejar la muerte de Kadhafi, con disparos al aire, bocinazos y bailando de alegría, líderes occidentales saludaron el fin de la guerra en Libia con la muerte del dictador.
La AFP obtuvo y difundió una foto de Muamar Kadhafi, de 69 años, sacada por un combatiente, en la que se veía su rostro cubierto de sangre. La imagen fue captada con un teléfono celular. "Kadhafi fue arrestado. Está gravemente herido, pero todavía respira", había declarado Mohamed Leith, comandante de las fuerzas del nuevo régimen.
Un video difundido por televisiones árabes posteriormente mostró a un Kadhafi ensangrentado y todavía con vida caminando mientras era llevado a empujones por los combatientes del nuevo régimen tras su captura.
Los milicianos cercaban al líder derrocado, que sangraba por la cabeza, rostro y hombros. Un combatiente parecía apuntarle a la cabeza con una pistola, en el video difundido por Al Jazeera y Al Arabia.
Kadhafi se había refugiado en Sirte tras ser derrocado al caer Trípoli el 23 de agosto, con sus últimas tropas leales, algunos de sus hijos y allegados. En su ciudad, en la costa central, Kadhafi, que gobernó Libia con mano de hierro durante 42 años, resistió durante más de un mes.
La guerra civil de 8 meses, que contó con la participación clave de la OTAN a favor de la insurrección, cobró más de 25.000 vidas.
Uno de los hijos de Kadhafi, Muatasim, también fue hallado muerto en la ciudad, informó a la AFP Mohamed Leith, comandante de las fuerzas del nuevo régimen.
La noticia de la muerte de Kadhafi se produjo en momentos en que las tropas del nuevo régimen vencían las últimas resistencias en Sirte.
Después de dos meses de asedio, los hombres fieles a Kadhafi se vieron acorralados en un último barrio de Sirte, llamado Nº 2, de menos de 1 km2.
SATISFACCION
INTERNACIONAL
El canciller francés Alain Juppé anunció por su parte que la OTAN cesará sus operaciones cuando el CNT declare que el país ha sido enteramente liberado.
"El gobierno de Libia anunció la muerte de Muamar Kadhafi. Ello marca el fin de un capítulo largo y doloroso para los habitantes de Libia, que ahora tienen la oportunidad de determinar su propio destino en una Libia nueva y democrática", dijo el presidente Barack Obama en el rosedal de la Casa Blanca.
Francia y Gran Bretaña, que tuvieron un papel preponderante en el impulso de esa resolución, también se congratularon por el fin de la era de Kadhafi.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que la noticia de la muerte de Muamar Kadhafi marca una "transición histórica", pero advirtió que aún que quedaban muchos escollos para pacificar totalmente al país.
El número dos del Vaticano, el secretario de Estado cardenal Tarcisio Bertone, instó ayer a los católicos a orar "por la pacificación y la democracia en Libia", tras la noticia de la muerte de Kadhafi, e inmediatamente reconoció al nuevo gobierno del país.
Kadhafi es el tercer dictador que cae desde el inicio de las rebeliones árabes en diciembre del año pasado. El primero fue el tunecino Ben Alí en enero y el segundo el egipcio Hosni Mubarak en febrero.
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