Por REDACCION
Los "chalecos amarillos", un movimiento social sin líderes ni ideología política clara surgido en noviembre para protestar contra el alza de los combustibles y que ha ampliado sus reivindicaciones, no ocultaron su indignación por la lluvia de millones para restaurar la catedral de Notre Dame tras su incendio y la falta de dinero para ayudas sociales para aquellos franceses que tienen dificultades para llegar a fin de mes.
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