Por Redacción
LUXEMBURGO, 20 (AFP-NA). - Europa se aprestaba ayer a dar un balón de oxígeno a Grecia para que pueda hacer frente a sus necesidades financieras inmediatas, mientras sigue preparando un plan de rescate a largo plazo que tranquilice a los mercados, temerosos de una bancarrota de ese país.
Reunidos en Luxemburgo, los ministros de Finanzas de la zona euro prevén aprobar el desbloqueo de la próxima partida de préstamos prevista en el primer rescate financiero de 110.000 millones de euros prometido en 2010 a Atenas por parte de la unión monetaria y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En total, 12.000 millones de euros serán probablemente abonados a principios de julio: 8.700 millones de euros por parte de los europeos y 3.300 millones procedentes del FMI, si bien este ha condicionado su pago a "la adopción de reformas de política económica" en Grecia.
El Parlamento griego prevé aprobar en los próximos días nuevas medidas de austeridad y privatizaciones para lograr esa ayuda, pese al descontento social que sacude el país y que esta semana forzó una remodelación del ejecutivo.
Pero el pago de 12.000 millones de euros en préstamos, aunque evitará la bancarrota inmediata de Grecia, sólo le dará un respiro temporal, hasta septiembre.
Con una deuda equivalente al 150% de su PIB y una economía que no levanta cabeza, Atenas necesita imperativamente un segundo rescate.
Pero las divisiones entre los europeos no permiten presagiar la aprobación de un plan hasta antes de mediados de julio. "Esperamos al menos un acuerdo de principio" de los ministros de Finanzas de la Eurozona reunidos hasta el lunes en Luxemburgo, según fuentes diplomáticas.
El rescate podría ascender a unos 100.000 millones de euros repartidos hasta fines de 2014 y esta vez no sólo contaría con préstamos de los países de la zona euro y del FMI, sino también con la suma obtenida de las privatizaciones programadas en Grecia y la participación de los acreedores privados.
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