Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 13 (AFP-NA).- El papa
Francisco, quien se ha pronunciado en numerosas ocasiones a favor
de la paz, propuso al mundo como un desafío promover la política
de "la no violencia" como salida a los conflictos y las guerras.
"En el 2017 comprometámonos con nuestra oración y acción a ser
personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus
gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que
cuiden de la casa común" de la Tierra, escribió el pontífice en su
mensaje para la Jornada Mundial de la Paz.
"Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración.
Todos podemos ser artesanos de la paz", sostiene Francisco en el
mensaje que será leído el 1 de enero en todas las iglesias
católicas.
El pontífice argentino propuso a líderes políticos, dirigentes
de instituciones internacionales así como a empresarios y
encargados de los medios de comunicación, que "hagan de la no
violencia un estilo de vida".
"Es el desafío que tienen al construir la sociedad, la
comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo
de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia,
rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer
vencer a cualquier precio", explicó.
En su mensaje, Francisco llamó al desarme y en particular a "la
abolición de las armas nucleares" y propuso un nuevo modelo de
conducta que transforme "el orden mundial".
"Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la
venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los
procesos no violentos de construcción de la paz", recalcó.
"El siglo pasado fue devastado por dos horribles guerras
mundiales, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran
número de nuevos conflictos, pero hoy lamentablemente estamos ante
una terrible guerra mundial por partes", reitera el pontífice.
"No es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos
violento de lo que fue en el pasado, ni si los modernos medios de
comunicación y la movilidad que caracteriza nuestra época nos hace
más conscientes de la violencia o más habituados a ella", reconoce
en su mensaje en el que insta a rechazar todo tipo de violencia.
"La violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado.
Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los
casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento",
subraya.
"El amor a los enemigos constituye el núcleo de la revolución
cristiana", explica Francisco, quien pide a los católicos "aplicar
las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias
responsabilidades".
"La Iglesia Católica acompañará todo tentativo de construcción
de la paz también con la no violencia activa y creativa", prometió
el jefe de la iglesia católica, quien creó una oficina especial
para atender a emigrantes, enfermos, excluidos así como a las
víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales,
entre otros.
"También Jesús vivió en tiempos de violencia", recuerda el papa
y "trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final,
hasta la cruz", recuerda.
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