Por Redacción
EL CAIRO, 26 (AFP-NA). - Enfrentamientos con saldo de
más de cinco muertos y 252 heridos ocurrieron en varias ciudades
de Egipto el viernes durante manifestaciones contra el poder
islamista, con motivo del segundo aniversario del levantamiento
popular que provocó la caída del presidente Hosni Mubarak. Otras fuentes, sin embargo, elevaban a 9 la cantidad de víctimas fatales y cerca de 400 heridos, muchos de ellos de gravedad.
Cinco personas murieron por disparos este viernes en choques de
la policía egipcia con manifestantes en la ciudad de Suez, anunció
la televisión estatal.
Por el momento no se sabe si las víctimas fatales son civiles o
policías.
El ministerio de Salud anunció por su lado que los
enfrentamientos entre manifestantes y policías en todo Egipto
dejaron 252 heridos.
Las manifestaciones fueron contra el poder del mandatario
islamista Mohamed Mursi.
Al concluir la tarde, la policía disparó gases lacrimógenos
para tratar de dispersar a manifestantes en los alrededores del
palacio presidencial en Heliópolis, un suburbio de El Cairo,
indicó la televisión estatal.
Enfrentamientos esporádicos entre grupos de jóvenes y fuerzas
del orden, que se iniciaron el jueves, continuaron en los
alrededores de la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, donde se
había congregado una muchedumbre.
Una enorme pancarta estaba desplegada en la plaza con la
inscripción "El pueblo quiere hacer caer el régimen", mientras la
muchedumbre gritaba "váyase, váyase" contra Mursi, como en el caso
de Mubarak hace dos años.
En El Cairo, en la plaza Tahrir, miles de manifestantes
protestaban desde temprano contra Mursi, para reclamar una "nueva
revolución".
Enfrentamientos esporádicos entre las fuerzas del orden y
grupos de jóvenes tuvieron lugar en las calles adyacentes a la
célebre plaza, epicentro de los acontecimientos que en enero y
febrero de 2011 provocaron la dimisión de Mubarak.
Dos años después de la revolución, el país todavía intenta
encontrar su equilibrio entre un poder que se basa en la
legitimidad de las urnas y sus adversarios que denuncian la
emergencia de un sistema autoritario dominado por los Hermanos
Musulmanes.
Egipto debe hacer frente también a una grave crisis económica,
con un hundimiento de las inversiones extranjeras, la caída del
turismo y un déficit presupuestario en aumento.
Por su parte, Hosni Mubarak, de 84 años, enfermo y condenado a
cadena perpetua, espera un nuevo juicio que causa indiferencia en
una gran parte de la población, para quien ya pertenece al pasado.
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