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Información General Miércoles 16 de Febrero de 2022

Recordando a las antiguas farmacias (décima nota)

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REDACCION

Por REDACCION

Por José Pepe Marquínez

Ampliando las menciones a las antiguas farmacias de la zona, encontramos en Tacural y hacia 1935, la que estaba a cargo de Naúm Trumper. En Sunchales, a Farmacia Minardi sobre calle San Martín, de la cual se encontraba al frente la farmacéutica María Angélica Minardi. Se emplazaba en Colonia Aldao, farmacia Dardatti cuyo titular fue Mario Dardatti trasladada luego a Rafaela y ubicada en la primera cuadra de calle Lavalle. Completando lo dicho sobre farmacia Volpe de Sunchales, digamos que funcionó entre 1916 a 1983 actuando como farmacéuticos en ese período y respectivamente Angel y Pedro Volpe (padre e hijo). Fallecido este último prosiguió durante siete años y como regente Silvio Maggi (bioquímico y farmacéutico) hasta su cierre definitivo en 1990.
Antiguamente a las farmacias se las denominaba boticas definiéndose a estas últimas como “oficina donde se preparan y venden medicamentos”. Es que en las antiguas farmacias se elaboraban remedios mediante las recetas magistrales las que se extendían bajo estricta prescripción médica. Hoy la principal función del farmacéutico es la del asesoramiento que brinda merced al grado académico adquirido, en la preparación de algunas recetas y en el expendio de medicamentos.
Botica y farmacia son señalados como sinónimos y el lugar donde se preparan las recetas magistrales es conocido como rebotica o zona de preparación. Es un espacio ubicado detrás del salón principal, que trasladado a un comercio común se conoce como trastienda.
En la Sevilla del siglo XVII más precisamente en el barrio de “Las Mancebías”, se denominaba botica a las “casas de tolerancia” ya que allí se suponía que había remedio para todos.
Con el término botica han surgido algunos dichos. Ahí va el primero “de todo como en botica”. Se lo usa para expresar que en el lugar encontrará lo que busca; es la tienda del mercader, del mercero, donde se trafican telas, paños y todo tipo de mercaderías; es el supermercado de nuestros días o el almacén de ramos generales que lo encontrábamos hasta no hace mucho tiempo.
Existe otro dicho referido al tema que estamos abordando, para nosotros un tanto desconocido, pero que se emplea en España: “como pedrada en ojo de boticario” y tiene la siguiente explicación, adelantándole que no se relaciona con el órgano de la visión. Veamos: las reboticas que existían antiguamente contaban con un mueble que contenía estanterías. En dichas estanterías se colocaban finos potiches de porcelana, también de cristal veneciano tallado y frascos finos en los que se guardaban las drogas de mayor valor con que contaba la botica. A este mueble se lo denominaba “ojo de boticario” ya que se suponía que allí estaba centrada –dado su valor- la mirada del mismo. Se imagina estimado lector el destrozo que ocasionaría arrojar un piedrazo en el aludido mueble. Con este dicho metafóricamente se denomina a la acción a emprender o emprendida que puede ocasionar u ocasiona un enorme daño.
Encontramos más dichos referidos a las boticas o farmacias como aquel que dice “dorar la píldora”. Anteriormente los boticarios preparaban los medicamentos en muchos casos con polvos lo que ocasionaba cierto rechazo al ingerirlos, sobre todo en los niños, ya que su sabor era amargo o desagradable. Para solucionar la cuestión comenzaron a dorar la píldora, es decir se lograba disimularlo evitando el amargor y con ello su ingesta se hizo mas soportable. Se aplica este dicho por lo general cuando alguien da una mala noticia y trata de suavizarla o encubrirla. También se lo usa como sinónimo de engatusar. El diccionario define a este término como “ganar la voluntad de alguien con halagos y engaños”.
En 1917 Pascual Contursi le pone letra al tango que Samuel Castriota lo había denominado “Lita”. Aquí surge “Mi noche triste” en lo que se considera el primer tango cantado. Contemporáneamente el poeta crea: “De vuelta al bulín” (1918) y en 1919 hace lo propio con “Ivette” y “Flor de fango”. El último de los nombrados hace referencia al tema que nos ocupa cuando expresa: “… después fuiste la amiguita, de un jovato (1) boticario y el hijo de un comisario todo el vento (2) te shacó(3)”.
Es la historia remanida de la muchacha que se entrevera y seduce a un hombre mayor y luego de haber disfrutado de los placeres de su dinero, lo abandona. Lo dice la letra ”… y lo dejaste arruinado sin el vento y amurado (4) en la puerta de un café…”. Pero la historia no termina allí y como el final ya está escrito, se le da vuelta la taba y cae en manos de un vivillo (5) en este caso el hijo de un comisario, que juega con ella, la usa, la despluma y como no podía ser de otra manera la abandona.
Flor de Fango fue grabado entre otros por Gardel en 1919, estrenado el 29/06/19 en el sainete “Cabaret Montmartre” y puesto en escena en el Teatro Nacional de Buenos Aires. En mayo de 1951 y para el sello Odeón, la Orquesta de Alfredo De Angelis con el cantor Oscar Larroca, lo lleva al disco.
(1)Jovato: Lunfardo. Viejo al revés con la terminación “ato”. Reconoce el antónimo novato. (2) Vento: Lunf. En español dinero. (3) Shacó: Lunf. sacar dinero a alguien con ardides y falsas promesas. (del genovés siaccá) (4).Amurado: Lunf. En español abandonado (5) Vivillo: Lunf. Aprovechado, astuto que saca provecho con ardides y engaños.
Bibliog: Abecedario de dichos y frases hechas. Guillermo Suazo Pascual. EDAF. Madrid. Nuevo diccionario lunfardo. Gobello. Corregidor 2011.
Alfredo De Angelis - Oscar Larroca: https://www.youtube.com/watch?v=pQErIk_z5cQ
Hasta la próxima.

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