El de Los Palmeras es un libro descomunal, imponente. Un libro de colección. Una obra acorde a la historia, extensa y destacada, de la banda más trascendente de la cumbia argentina (y santafesina, claro). Este sábado 14 de septiembre, «Los Palmeras: Los Reyes de la Cumbia» tendrá su presentación en la Feria Internacional del Libro de Rosario, en un encuentro que se desarrollará desde las 20.30 en la explanada del Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080, Rosario), con entrada gratuita. Allí estarán sus dos máximos referentes: el acordeonista Marcos Camino y el cantante Rubén «Cacho» Deicas, que dialogarán acerca de su flamante lanzamiento editorial entrevistados por la ministra de Cultura, Susana Rueda.
«Los Palmeras: Los Reyes de la Cumbia” es una obra con un fuerte anclaje visual, a partir de la presentación de fotos históricas y trascendentales para la historia del grupo. Con un trabajo de diseño notable, y textos elaborados por Claudio Cherep a partir de sus diálogos con Camino, Deicas y Francisco Busatto (responsable de la edición producción general de la publicación), el libro abre con las palabras oficiales de la banda: «Trataremos de llevarlos por los mágicos senderos de la música a recuerdos tan caros para sus sentimientos y para los nuestros. Un baile, una fiesta familiar, un ser querido que nos dejó, un viejo amor, se inmortalizan y se nos aparecen cuando más lo necesitamos hechos canción. Porque las canciones tienen, como los aromas, la magia de trasladarnos a momentos y lugares que han de quedar grabados para siempre en el corazón. Para compartir estas vivencias de más de medio siglo hicimos este libro que, como nuestra música, ya les pertenece».
Fundada como Sexteto Palmeras, la banda comenzó a recorrer escenarios a principios de los 70. Los imponderables del destino hicieron que, en un baile y con la imprevista ausencia del acordeonista fundador, Marcos Camino estuviera allí para actuar como reemplazante. Era 1972, y la historia de Los Palmeras comenzaba a reescribirse. Desde Santa Fe, la cumbia argentina empezaba a cultivar un nuevo acento.
El libro reúne las historias de vida de sus referentes, las infancias marcadas por carencias, los primeros pasos en la música, la influencia esencial de la cumbia colombiana y, claro, del Cuarteto Imperial. Resumido en algo más de 60 páginas, el camino fundacional del grupo encuentra su punto de quiebre en la intempestiva salida del cantante Czeslav «Yuli» Popowicz (con quien ya habían grabado dos discos) y el desembarco, en 1978, de Rubén «Cacho» Deicas (por entonces cantante de Los Búfalos). Desde entonces se sucedieron décadas de trabajo artístico que se repasan con imágenes, textos de archivo y enlaces multimedia (con códigos Qr que permiten acompañar el recorrido con canciones).
Y anécdotas. Muchas anécdotas. Como aquella que a mediados de los 80 los llevó a tocar, durante todo un show, un único tema: su primer gran hit «La Suavecita». O las cenas con Mirtha Legrand, con Maradona, con Messi. Y, por supuesto, la explosión que significó su grabación de «El bombón asesino» (compuesto por Juan Baena y registrado en el disco «Un sentimiento», de 2004). «Desde que lo hicimos, hubo un antes y un después en la historia de la banda», reconoce Camino.
Sus conciertos multitudinarios en las calles de Santa Fe o frente al Obelisco, en Buenos Aires. El premio Konex de platino, sus actuaciones junto a la Filarmónica de Santa Fe (en una iniciativa impulsada por el Ministerio de Innovación y Cultura provincial). Sus colaboraciones (desde Soledad Pastorutti al Chaqueño Palavecino, de Andrés Calamaro a la Mona Jiménez, de Abel Pintos a Pablito Lezcano). El fútbol: Colón, por supuesto, pero también musicalizando los festejos junto al seleccionado campeón del mundo en 2022 con Scaloni, Messi y Di María.
Casi cincuenta discos, más de veinte mil shows, cerca de mil millones de reproducciones en Youtube. Todo ello reunido en más de 300 páginas de papel ilustración que configuran un objeto de colección. Una obra que hace justicia con la historia de la banda popular más importante de la provincia de Santa Fe. Y, claro, de la cumbia nacional.
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