Por Redacción
La agenda de festivales de verano, que registra esta año más de 30 cancelaciones, presentó desde el sábado la undécima edición de la Fiesta Nacional de la Confluencia, en la ciudad de Neuquén, con la pretensión de repetir la masividad que alcanzó en ediciones anteriores a través de artistas de fuerte convocatoria como Fito Páez, Abel Pintos y Tan Biónica.
El contexto de crisis económica no estará ausente: la Fiesta, que preveía este año expandirse a dos fines de semana, se acotó a cuatro noches, entre el sábado y el martes, con el mismo perfil musical: una grilla ecléctica con artistas de amplísima difusión y conocimiento, sumados a figuras locales que transitaron un proceso de selección.
"Cuando lanzamos la Fiesta en noviembre, en Buenos Aires, todavía proyectábamos un Festival de seis días. El contexto obligó a replantearnos la duración, pero nunca pensamos suspender. No había margen para no hacerla", explicó a Télam María Pasqualini, secretaria de la Jefatura de Gabinete de la Municipalidad de Neuquén.
"Esta Fiesta tiene un efecto derrame económico. No sólo en la ciudad sino también en toda la región. Genera de modo directo o indirecto 12.000 puestos de trabajo. El año pasado hubo 1.800.000 asistentes entre los que al menos un tercio fueron turistas. La Fiesta es la razón por la que muchos argentinos conocen por primera vez esta provincia", agregó.
El marco no es sólo la escasez de fondos sino la tendencia, que se expresó en los organizadores de diferentes festivales, de retirar el apoyo del Estado a las actividades culturales, en línea con los postulados que expresó el gobierno nacional.
En esa dinámica una treintena de festivales provinciales y regionales fue cancelada: entre ellos los Festivales de La Chacarera, La Salamanca y Sumampa (Santiago del Estero); la Fiesta Nacional de La Chaya (La Rioja), el Fuerte de Andalgalá y la Fiesta de la Vendimia (Catamarca), entre muchos más.
También se canceló la Fiesta de la Manzana de General Roca, Río Negro, pero que, en este caso, puede tal vez alentar un mayor turismo regional hacia la Fiesta de la Confluencia.
"Hay grandes empresas que nos respaldan, como aquellas vinculadas al desarrollo de Vaca Muerta, pero también cientos de comercios y pequeñas y medianas empresas. Así se asegura el sostenimiento de la Fiesta", afirmó.
La presencia de Páez en el cierre, la noche del martes 13, es acaso el punto de mayor expectativa: el rosarino recorrerá en Neuquén parte de su último álbum, "EADDA9223", la reversión de "El amor después del amor" con la que aspiró esta semana al Grammy (que resignó a manos de Juanes y Natalia Lafourcade).
Como es habitual cuando el eje es la búsqueda de artistas con el máximo nivel de convocatoria, se torna difícil conseguir en la grilla una identidad musical más definida.
"El Festival está concebido como una fiesta familiar, ese es el concepto. Y en materia de géneros la grilla abarca todo", explicó Pasqualini.
Detrás del objetivo de la masividad está el diseño de asignación de las localidades: el 85 por ciento del predio será de acceso libre para los espectadores, a la vez que se reservará un sector preferencial, pago, con entradas desde los 15 mil pesos diarios. TÉLAM
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