La Escuela fue construida entre los años 1960 y 1971, como resultado del Concurso Nacional de Anteproyectos convocado por la Universidad Nacional de Córdoba.
Se encuentra en la ciudad de Córdoba Capital y fue proyectada por Mabel Lapacó, Osvaldo Bidinost, Jorge Chute, José Gasó y Martin Meyer.
Ocupa una hectárea, ubicando el ingreso sobre calle La Rioja y las áreas deportivas y recreativas sobre el margen del Rio Suquía. El planteo arquitectónico de carácter pabellonal consiste en un volumen unitario con gran permeabilidad interior-exterior.
Un único plano constituye la cubierta debajo de la cual se realizan todas las actividades. Ésta es la articuladora de los recintos que conforman la escuela.
El trabajo del hormigón armado se utiliza no sólo de manera estructural, sino como principal elemento del lenguaje arquitectónico. Sus característicos parasoles oscilan entre apoyados y colgantes, también de hormigón visto y hormigón teñido de colores. Pero aunque el material predominante es el hormigón armado, también se utilizaron materiales regionales para muros de cerramiento, como piedra bola.
Este edificio tiene la singularidad de ser una plaza abierta y semicubierta bajo un gigantesco alero que mira hacia el río, dándole valor paisajístico al mismo.
Es uno de los mayores ejemplos de arquitectura brutalista en la Argentina, siendo declarado Monumento Histórico Nacional por decreto 729/2019 del Poder Ejecutivo Nacional en el año 2019.
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