Vivir con 27 pesos

Por Redacción

Aún cuando se produjeron avances en la cantidad de personas que disponen de alguna clase de ingresos, -pues hace 8 años solamente el 49% se encontraba dentro de esa situación-, se llegó al 58% de la población contando con ingreso mensual, sea porque trabaja, está jubilado, cuenta con rentas, tiene un plan de asistencia o alguna clase de ayuda social, la brecha continúa siendo muy amplia entre quienes más y menos ingresos cuentan. Es que el 20% de los más ricos se distribuye el 48,2% de la riqueza generada, en tanto que el 20% más pobre apenas si se queda con el 4,2% de esa misma torta.

Estos datos son oficiales, ya que se desprenden del informe del INDEC sobre la Encuesta Permanente de Hogares del tercer trimestre de 2011, quedando en evidencia por estas estadísticas que en la parte inferior de la pirámide de ingresos hay al menos 11,3 millones de personas que viven con una disponibilidad de 27 pesos por día. De tal modo lo expuso el periodista especializado en temas económicos Ismael Bermúdez, quien añade en el rescate de las estadísticas del INDEC, que al menos la mitad de quienes cuentan con al menos un ingreso cobra menos de 2.300 pesos mensuales, estando en esa situación 11,8 millones de personas, en tanto que del total de ocupados, quienes suman 17 millones, sean asalariados o profesionales, en blanco o en negro, la mitad gana menos de 2.500 pesos mensuales.

"En realidad -sostiene el autor- esas cifras explican por qué hay tanta gente que vive con apenas menos de 27 pesos diarios, más grave aún si se trata del ingreso de un jefe de hogar que tiene familia a cargo".

De tal modo, viendo estos números, caemos en la conclusión que aún dentro de algunos avances como la asignación universal por hijo, como así también otras formas de asistencia social especialmente orientada hacia quienes se encuentran desocupados y sin ninguna clase de ingresos -si bien esta metodología ahuyenta de la búsqueda de trabajo a jefes de familias numerosas, que suman mayores ingresos por las ayudas sociales que por un posible salario, en especial en regiones de bajas pagas por labores manuales-, no se ha conseguido un verdadero impacto real para corregir este desequilibrio en la distribución del ingreso. Es que aquellos que deben ajustarse a vivir con 27 pesos diarios, afrontando alimentos, ropa, salud, vivienda y transporte, difícilmente puedan hacerlo con cierto decoro.

De todos modos, avanzando en el análisis, de esos 11,3 millones algo más de la mitad -unos 6 millones de personas- están todavía peor pues deben vivir con 18 pesos diarios, lo cual significa para una familia tipo la suma de 72 pesos. Con esa suma, según las canastas armadas por el propio INDEC, se evita caer tanto en la pobreza como en la indigencia, aunque como las mismas se ajustan según la inflación del organismo estatal, muy alejadas de la realidad, es que se arriba a estas falsas conclusiones.

En materia de recordar, digamos que mientras el INDEC estableció un alza de la inflación de 9,5% para todo 2011 y apenas 7,4% en los precios de los alimentos, las consultoras privadas y también las oficiales de algunas provincias, coincidieron en que la inflación del año pasado estuvo en el orden del 23% , dos veces y media más que la oficial. Ahí entonces queda marcada la desproporción de las canasta alimentarias, lo cual reduce sensiblemente la cantidad de pobres e indigentes. Pero claro, la realidad es muy diferente.

Para la estadística oficial en consecuencia, en la actualidad hay 3,4 millones de pobres, quienes con un ingreso de 45 pesos diarios evita caer en esa situación. Sin embargo, sus mismas estadísticas revelan una perspectiva muy distinta, cuando se analiza la distribución de los ingresos, en los cuales persisten fuertes inequidades. 

La situación más complicada la afrontan esas 11,3 millones de personas que conforman el 27,8% del total de la población del país de casi 41 millones de habitantes. Se trata de 2,3 millones de familias lo cual arroja un promedio de 5 personas por grupo familiar, lo cual da cuenta que generalmente los de menores recursos son quienes mayor cantidad de hijos tienen, viendo reducidas sus posibilidades de expansión, ya que generalmente los hijos se casan y continúan viviendo en el mismo lugar junto a los padres, incluso a los abuelos.