Por REDACCION
A pesar de que la violencia de género se ha instalado en lo más alto de la agenda de problemáticas que preocupan y ocupan a los argentinos, que incluye agravamiento de las penas para los femicidas y una mayor red legal en el marco de los distintos niveles del Estado para defender a las víctimas y sus familias, las estadísticas anuales continúan siendo dolorosas y difíciles de digerir. De todos modos, está claro que las instituciones todavía deben mejorar muchísimo para dar las respuestas que muchas mujeres no reciben cuando denuncian una agresión por parte de un hombre. Estamos cansados de advertir que a pesar de las alarmas que suenan desde que una mujer realiza una denuncia en una comisaría o en una sede judicial, algunas veces no puede evitar la muerte. Cuando un policía o un funcionario judicial o de las áreas sociales del Estado no prestan la suficiente atención a un caso, quizás indirectamente están sentenciando a una mujer a la muerte. Esta respuesta se puede mejorar mucho más y para eso han crecido una serie de instituciones que militan los cambios para darle mayor protección a las mujeres ante la violencia de género.
El repaso de las estadísticas, como se dijo, generan angustia. Al menos 268 varones cometieron femicidio en 2019 y 5% de ellos terminó con la vida de más de una persona durante el ataque, según un informe de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), que también reveló que el 17% de los agresores está prófugo, cinco de cada 100 no actuaron solos y una quinta parte se suicidó tras cometer el hecho, según publicó la agencia Télam. Las cifras se desprenden del informe "La Violencia Machista en Foco. Nuevas Masculinidades, por varones no violentos" dado a conocer este domingo, el primero realizado por el Observatorio MuMaLá "Mujeres, disidencias y derechos".
La difusión de este informe irá acompañada de una acción que se desarrollará el próximo fin de semana en canchas y clubes de todo el país, donde se recolectarán firmas para exigir políticas públicas para promover masculinidades no violentas. "Fue todo una decisión para una organización feminista salir a la sociedad con este tema de las nuevas masculinidades, pero no lo vemos divorciado de nuestro accionar", explicó Silvia Ferreyra, coordinadora de la Mesa Federal de MuMaLá.
La activista destacó la importancia de "hacer este recorte en el marco del debate abierto sobre la masculinidad hegemónica", que se reaviva con cada femicidio pero también de crímenes como el asesinato en patota de Fernando Báez Sosa. "Para la masculinidad hegemónica ser macho es ser fuerte y ejercer poder sobre otros para reafirmar la propia masculinidad; algo que además se hace públicamente es necesario que sea legitimado y confirmado por todo el conjunto de la sociedad", dijo. Este modelo dominante "tiene un componente de violencia muy importante, que se ejerce también hacia todo lo que se corre de ese modelo de hombre ideal perfecto entendido como blanco, fuerte, con ingresos, esbelto y musculoso", agregó.
El Observatorio de MuMaLá viene realizando un relevamiento sobre femicidios desde el 2015, a partir "un equipo (de trabajo) federal, con presencia en 20 provincias", lo que implica "un diferencial en relación a otros observatorios de violencia de género".
Este nuevo informe sobre femicidas elaborado a partir de datos del Observatorio, revela que 268 varones cometieron 284 femicidios en 2019, lo que implica que el 5% asesinó a más de una persona: 12 de los 268 hombres asesinaron a dos personas y dos a tres personas.
Las personas asesinadas junto ala víctima principal de la agresión en general "son hijos, hermanos o hermanas"de la mujer, cuyos crímenes se consideran "femicidios vinculados", es decir, "un tercero que se asesina porque está en la línea de fuego, porque se interpuso para defender a la mujer o para ocasionarle un daño a la mujer".Además, el 5% de los femicidas actuó acompañado, es decir que "buscaron a una persona para cometer el crimen".
El informe revela también que el 17% de los femicidas no fueron aprehendidos, ya sea porque fueron identificados pero están prófugos -8%- o porque se desconoce su identidad -9%-.Otro dato que se desprende del informe es que el 21% de los femicidas se suicidó después y el 7% lo intentó.
Una cuestión llamativa es que el 7% de los femicidas incurrieron en esta forma extrema de la violencia de género cuando tenían entre 16 y 18 años."Esto marca la necesidad de identificar y no naturalizar las situaciones de violencia incluso en edad temprana, cuando la prevención podría ser más sencilla", dijo.
El petitorio que se va a dar a la firma a dirigentes, deportistas, trabajadores, socios y asistentes a clubes e instituciones deportivas el próximo fin de semana está destinado a "autoridades y organismos" y reclama "la instrumentación" de tres acciones: extensión de la aplicación de la Ley Micaela a entidades de la sociedad civil; "implementación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral" y "programas de reeducación para varones que ejercen violencia".
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