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Editorial Martes 11 de Enero de 2011

Vehículos y tránsito

Cada vez hay más automotores circulando, mientras los escenarios siguen siendo los mismos. Un problema de todo el país, que aquí en Rafaela se aprecia en toda su magnitud.

Redacción

Por Redacción

Vehículos y tránsito

La industria automotriz, en los últimos tiempos, ha sido una de las grandes tracciones del crecimiento económico de nuestro país, ya que mantiene arriba el pico industrial, pero además incentiva el consumo de manera muy fuerte por el elevado índice de comercialización interna. Ese es un hecho de la realidad, que se advierte no sólo en las estadísticas e informes sobre la fabricación y comercialización de unidades automotores -que fue récord el año pasado-, sino también con la simple observación en las calles y carreteras del país, donde la cantidad de vehículos crece a simple vista, al punto que el problema del tránsito, justamente  por el exceso de automotores, es común en casi toda la Argentina.
Aquí en Rafaela, por ejemplo, además de la muy conocida y sufrida problemática del tránsito, tenemos también una clara muestra de toda esta situación relacionada con la cantidad de vehículos, que se encuentra en unos 70.000 entre automotores de todo tipo, motocicletas y ciclomotores. Un informe reciente publicado por LA OPINION dio cuenta por ejemplo de la fuerte suba que hubo en 2010 en el patentamiento de vehículos, ascendiendo a un total de 5.198 unidades cero kilómetro.
De ese total, hubo 1.601 automotores, 3.262 motos, 299 utilitarios, 13 colectivos, 23 acoplados y 4 que se definen como "otros", con lo cual se llega a los referidos 5.198 rodados nuevos que se han incorporado al escenario ciudadano, ofreciendo la posibilidad de mayor comodidad a gran número de habitantes, pero a la vez acrecentando los problemas del tránsito urbano, que de por sí son cada vez más complicados, no existiendo la necesidad de abundar demasiado en el tema, pues todos en general los sufrimos cada vez que debemos movilizarnos por la ciudad.
Respecto al patentamiento de unidades nuevas que hubo el año pasado, si bien fue importante con la aludida cantidad de 5.198 y muy superior a los 3.670 del año 2009 -en el cual la crisis influyó notoriamente-, en cambio no se logró superar la marca de 2008, un año excelente en materia de incorporación de unidades  cero kilometro, cuando se habían patentado 5.584 unidades.
De todos modos, y aun cuando no se alcanzó el tope total de 2008, debe rescatarse un dato significativo, como es que el año recientemente concluido tuvo una mayor cantidad de automotores cero kilómetro (fueron 1.601) que los 1.491 del récord total de dos años atrás. Se trata sin dudas de una referencia muy sugestiva, ya que justamente los vehículos más caros son los más comprados.
Estas fluctuaciones de todos modos no tienen un peso importante en el análisis, ya que justamente Rafaela es una de las ciudades con mayor cantidad de vehículos del país, considerando la relación de habitantes, quedando comprobable con estos datos que se exponen en cuanto al constante crecimiento que tiene el parque, sea en este caso en los nuevos, como así también en las unidades usadas que en forma sostenida se incorporan al conjunto.
Es que precisamente el sector automotriz continúa superando récords, como fue la cantidad de fabricación y comercialización del año anterior, que por una parte significa la ya citada tracción industrial y el apuntalamiento del consumo y crecimiento de le economía, pero a la vez una razón muy fuerte para seguir complicando el tránsito en todos los órdenes y en todo el país. Es que mientras hay cada vez más unidades circulando, el escenario continúa siendo el mismo en la mayoría de los casos.
Veamos por caso lo que sucede en nuestra ciudad, donde las unidades se suman por miles cada año, pero todo el casco céntrico sigue siendo el mismo, con la única variante sumada en este último tiempo del estacionamiento medido, que es cierto significó un alivio en cuanto al descongestionamiento, pero en cambio no tiene casi influencia en el tránsito propiamente dicho, que como queda expuesto, cuenta cada vez con mayor cantidad de presencias, y por lo tanto con complicaciones en ascenso.
Esta misma situación excede los centros urbanos en general, no sólo Rafaela, sino todas las poblaciones del país, exponiéndose también en las rutas y carreteras, las cuales en su mayoría no han sido debidamente remodeladas y siguen con su estrecha franja asfáltica -con baches por doquier y además, justo en este tiempo, con pastizales en lugar de banquinas- lo cual las transforma en cada vez más peligrosas. Es que no están adaptadas para recibir cada vez más vehículos y que, además, cada vez andan a mayor velocidad.




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