Por REDACCION
En los fundamentos de la moratoria que el Gobierno nacional lanzó recientemente, se argumentó que en los últimos cuatro años más de 24.500 empresas debieron bajar sus persianas en todo el país a raíz del achicamiento de la economía argentina. Días después se conocieron nuevos datos sobre la crisis que golpea a las familias, comercios, industrias y claro está a las instituciones y a los gobiernos de todos los niveles. La recesión que registra la Argentina es la más prolongada desde el 2001 con siete trimestres consecutivos de caída de la actividad y no se prevé un rebote durante el primer semestre, advirtió la consultora Ecolatina.
En comparación con las últimas crisis que sufrió la economía argentina, la actual puede ser considerada una de las más profundas y la más extensa, dijo la consultora. Luego de la crisis del 2001, la única recesión que superó a la actual en términos de destrucción de producción, fue la del 2008/09. En aquel entonces, la actividad económica se desplomó más de 10% en tan sólo tres trimestres, aunque recuperó los niveles previos a la crisis rápidamente.
En cambio, la recesión por la que se atraviesa en la actualidad lleva siete trimestres y todavía sigue sin encontrar un piso, indicó Ecolatina. En este sentido, teniendo en cuenta la frágil situación que registra la economía argentina, la consultora dijo que la actividad no logrará repuntar en el primer semestre de 2020.
De todas formas, algunas decisiones en torno a la política fiscal y monetaria podrían generar una leve reactivación hacia la segunda mitad del año, agregó con un tono algo más positivo. Son varios los factores para tener en cuenta a la hora de evaluar si se podrá materializar una reactivación de la actividad hacia la segunda parte de 2020. En tal sentido, el resultado de la renegociación de la deuda es uno de los más importantes: una reestructuración exitosa permitiría otorgar certidumbre a la economía argentina y relajar tensiones en el frente cambiario y financiero.
Para lograr este objetivo, el gobierno está siendo prudente en términos fiscales con el fin de dar señales a los acreedores, remarcó Ecolatina. Además de aumentar los ingresos a través de una suba de la presión impositiva, se encuentra tratando de resguardar el gasto público (principalmente a través de la seguridad social) para alcanzar un resultado primario sostenible y hacer frente a las obligaciones. A partir de este enfoque, no se espera que el consumo y la inversión pública sean en 2020 motores de la economía.
Otro informe, por su parte, considera que la economía argentina saldría del proceso recesivo recién en 2021, con una expansión del 2,6%. Según una estimación realizada por una entidad que engloba a consultoras de América Latina, se prevé que la actividad productiva de la Argentina cayó 2,4% durante el año pasado y que terminará en 2020 con un retroceso del 1,6%.
Las estimaciones fueron realizadas por la Alianza Latinoamericana de Consultoras Económicas (LAECO, por sus iniciales en inglés) que reúne a las principales firmas de consultoría económica independiente de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. La entidad, que a nivel local está conformada por Ecolatina, proyectó que PIB latinoamericano habría caído 0,7% el año pasado y proyecta una magra expansión para el 2020 (1,2%).
En su análisis, indicó que a pesar de tener poca magnitud, la expansión prevista para Latinoamérica sería la mayor desde 2013, explicada por una aceleración del crecimiento en Brasil, Bolivia y Perú. Además, se vería una recuperación en Paraguay, México y Uruguay, y una tendencia constante del crecimiento de Colombia, que compensarían las recesiones en Ecuador, Argentina y Venezuela", indicó.
De acuerdo con las estimaciones, las proyecciones de actividad económica latinoamericana serán menores a las previstas por distintos organismos internacionales. El Fondo Monetario Internacional, en su reciente actualización del World Economic Outlook (enero de 2020), publicó que la expansión latinoamericana habría sido de 0,1% en 2019 y sería de 1,6% en 2020.
Por último, la entidad sostuvo que el crecimiento regional se verá nuevamente afectado por la grave crisis que atraviesa Venezuela. Aislando la evolución de este país, la estimación para el PIB regional habría sido un crecimiento de 0,6% en 2019 y se prevería una nueva expansión de 1,5% en 2020.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central argentino se pronunció en la misma dirección al proyectar una variación negativa del Producto Interno Bruto real para 2020 de 1,5%. Los especialistas evaluaron que en 2021 la actividad económica se expandiría 1,7%.
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