Una política minera

Esta semana, la principal minera de oro del mundo, Barrick Gold, anunció la postergación del proyecto que tiene previsto desarrollar en San Juan y, si bien ratificó la decisión de avanzar con las operaciones el impás debería servir para definir el rumbo que se le quiere dar a la política minera del país.

La empresa canadiense anticipó que deberá postergar un año y medio el inicio de la producción binacional denominada Pascua Lama, aunque descartó que la obra no vaya a seguir adelante tras los escollos judiciales en Chile. En este sentido, la razón de la postergación obedece a que debería "readecuarse el calendario de obras" a raíz del fallo dictado por la Justicia chilena.

A esto habrá que sumar algunas dificultades financieras que atraviesa la compañía, no sólo como consecuencia de la suspensión de la construcción en el lado chileno del proyecto, sino también por la caída del precio del oro en el mercado mundial.

El megaproyecto minero Pascua Lama es el primero de características binacionales, ya que gran parte del mineral se

extraerá en Chile y se procesará en la Argentina. La compañía anunció que presentó un plan para construir las obras requeridas en Chile para avanzar con la construcción de la mina, las cuales podrían estar disponibles a fines de 2014 si las autoridades regulatorias chilenas las aprueban.

Barrick indicó que "en línea con este marco de tiempo, y a la luz de las desafiantes condiciones del mercado y los precios más bajos de los metales, la compañía pretende recalendarizar la construcción de la planta de procesos y otras instalaciones en Argentina" para ajustar los tiempos a las demoras que tiene el proyecto en Chile y "comenzar a producir a mediados de 2016".

Más allá de los planes previstos por la empresa, no habría que perder de vista los fundamentos del fallo de la Justicia chilena, de manera tal que el proyecto a desarrollar en Argentina sea seguido con la misma rigurosidad y atención de las normas medioambientales vigentes. 

La Corte de Apelaciones de Copiapó acogió un recurso judicial de las comunidades indígenas diaguitas que acusaban a Barrick de irregularidades en el desarrollo del proyecto vinculadas a la destrucción de glaciares y a la contaminación de recursos hídricos. 

Además, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), decidió multar con 8 mil millones de pesos a la compañía por no haber construido las obras asociadas al sistema de manejo de aguas de contacto y no contacto; instalaciones que debían haberse implementado en forma previa a las faenas de excavación.

A diferencia de esto, el Gobierno argentino aún no tomó ningún tipo de medida preventiva tras conocerse el fallo en el vecino país y ni siquiera contempló la posibilidad de que estas infracciones puedan llegar a tener algún correlato del lado argentino.

En esta materia, siguen quedando materias pendientes. Mientras cada vez se hace más fuerte la oposición ciudadana a los emprendimientos mineros en las distintas zonas cordilleranas del país, el Gobierno Nacional ni siquiera ha avanzado en la individualización de las áreas prioritarias contenidas en el artículo 6 de la Ley de Glaciares. Una cuestión sumamente importante, teniendo en cuenta que  Pascua Lama no es el único proyecto en carpeta que existe en el país. 

En este sentido, las conversaciones entre la minera Vale y funcionarios argentinos en torno al proyecto Potasio Río Colorado parecen estar reactivas luego del conflicto que generó la decisión de la minera de abandonar su proyecto en Mendoza.

Según reveló a diario Ámbito Financiero una alta fuente del Gobierno argentino, hoy la posibilidad de que estas nuevas negociaciones lleguen a un buen puerto estarían en un 50%/50% y dependerían de la evolución de los precios internacionales y de la situación fiscal de Vale dentro de Brasil, más que de la postura que tomará Argentina.

Mientras tanto, las organizaciones ambientalistas redoblan sus voces en contra de una actividad que consideran altamente contaminante, principalmente por el polvillo que se dispersa en el aire, producto de las explosiones con que se vuelan las montañas, que contienen decenas de elementos químicos nocivos para la salud humana.

En Argentina, el debate tiene en Andalgalá (Catamarca) un caso paradigmático. Allí se han levantado las primeras oposiciones a la minería, y tras algunas investigaciones, se ha constatado el impacto en la salud de su población.